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Publicado por
FELIPE RAMOS
León

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E l diccionario de la Real Academia de la Lengua define trama como «conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre, forman una tela». O también como la «disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa». Eso, ni más ni menos, es lo que hicieron algunos funcionarios para que el servicio de Industria, dependiente de la Consejería de Economía, autorizara sus huertos solares sí o sí. Urdieron hilos entre ellos, los enlazaron en un entramadado difícil de desenredar y los liaron de tal forma que todos se veían beneficiados. Acababa de nacer la trama solar, descubierta en agosto del 2008, y con ella un sinfín de hortelanos, entre los que está Jesús García Flórez. Eran listos. Unos se encargaban de tramitar el expediente del otro y así iban naciendo huertos solares en León y en toda la Comunidad, casi como setas en otoño. Pero los pillaron y García Flórez se vio con una sanción disciplinaria por la que lo suspendían un año de empleo y sueldo. Poco importó. Él recurrió y hoy, dos años después, ahí sigue sentado en su silla de funcionario tramitando expedientes de huertos solares como el cercano al campo de golf de San Miguel del Camino al que, curiosamente, también acompaña la polémica.

Eso sin olvidar que con su voto ha contribuido a mantener un tripartito en Villaquilambre y a un alcalde, Lázaro García Bayón, que ha estado envuelto en la polémica continua. Tanto que para que, por ejemplo, se opusiera a la última intención de Bayón de crear nuevas plazas de administrativo a las que optaban su novia y su nuera, García Flórez necesitó que Isabel Carrasco lo llamara directamente y le dijera que «o daba una rueda de prensa en contra de Bayón o se iba con él», claro que de ahí viene. Estos son sus mimbres: venir de la UPL, estar suspendido de empleo y sueldo por la Junta, que lo considera uno de los que se benefició de la trama solar, y llevar al PP a ser una fuerza casi residual en Villaquilambre. Y ahora se vanagloria, ante quien quiere oírle, de ser ya el candidato popular, pese a no haber sido nombrado. Peor para el PP. Y es que él como buen hortelano sólo piensa en recoger, eso sí, casi siempre lo que otros han sembrado antes. Ya lo definió el poeta allá por 1936: «Yo quiero ser llorando el hortelano/de la tierra que ocupas y estercolas,/compañero del alma, tan temprano». Aunque a Flórez quizás le queden mejor las «Nanas de la cebolla».