LA GAVETA
Plan para el Bierzo
En estos días se habla de planes estratégicos para el Bierzo. Políticos, empresarios y otras gentes se reúnen, se organizan, reflexionan y tratan de vislumbrar un camino que dé esperanzas a una comarca que hoy tiene menos habitantes que hace cincuenta años.
Ese estancamiento de la población revela mucho, y ello aún a pesar de evidentes mejoras. Porque la realidad es que el Bierzo es muy hermoso y está muy bien tratado últimamente por sus responsables públicos. También por las entidades privadas, aunque existan clamorosas excepciones.
Y si bien es cierto que el Bierzo no despega, tampoco retrocede. Lo que no es poco si nos atenemos al panorama de muchas partes de Castilla y no digamos de León.
¿De qué ha vivido el Bierzo? Durante siglos, de la agricultura, la ganadería y del hermoso mito del Camino de Santiago. Luego vino la energía. Pero esta ya no tiene recorrido, aunque perdure su aura en un museo extraordinario. Una realidad que beneficiará a Ponferrada y a todo el Bierzo. Una comarca que ha creado diversos polígonos industriales en las últimas décadas. Con suerte diversa, pero que han sido y son el gran alivio de su economía. Aunque no hayan logrado que el Bierzo aumente su población, medidor implacable.
¿Hay que resignarse a ese ritmo lento? Pues acaso sí. A fin de cuentas, los países más ricos del mundo, no crecen tanto en población. Por otra parte, un Bierzo con los mismos habitantes que ahora sí puede ser mucho mejor, más dinámico. O menos, que no siempre la capacidad emprendedora tiene que ser loada. Hay de todo.
¿Entonces a dónde voy? Pues a decir algo muy elemental: que el futuro del Bierzo es continuar. Renovándose poco a poco. Aunque el mito del desarrollo y del crecimiento vertiginoso aún tenga sus seguidores. Cada vez menos y más viejos. Lo que importa es que el Bierzo es una comarca muy hermosa, tocada con los encantos de la historia y el arte. Una tierra romana, mozárabe, templaria y de la revolución energética. Una comarca literaria, gastronómica, abierta al mundo, jacobea.
El objetivo debe ser perfeccionar todo eso, no pensar en grandes quimeras. Mejorar las condiciones de sus monumentos, de sus paisajes, de sus personas, de sus ciudades y de su día a día.
Es decir, el asunto en realidad, es muy sencillo: el Bierzo necesita mejorar el nivel cultural y el nivel educativo de sus habitantes. Se ha hecho mucho, pero aún queda más por hacer. Los políticos bercianos, si tuvieran perspectiva histórica, deberían centrar sus propuestas en el terreno de la educación y la cultura. Donde aún estamos en parámetros muy modestos. Luego, lo demás, viene por añadidura. Hasta que, algún día, nos parezcamos a una comarca de Alemania. Pero aún falta mucho.