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Publicado por
JULIA NAVARRO
León

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Pues a mí me parece estupendo que Alberto Oliart haya decidido hacerse con los derechos de la Champions para TVE. Es más, creo que una televisión pública tiene sentido precisamente para ofrecer a «todos», sin excepción, acontecimientos como son los partidos de la Champions, la Eurocopa, el Mundial, las Olimpiadas, amén de otros grandes acontecimientos sean políticos, culturales, sociales o de lo que sean. De manera que los 105 millones de euros que RTVE va a pagar por ofrecernos la Champions me parece un dinero bien gastado. El problema no son los 105 millones, el problema es que en nuestro país hay quien quiere que RTVE deje de existir para quedarse definitivamente con todo el pastel televisivo.

Sin embargo, en mi opinión, lo «público» es imprescindible. Y cada vez más. Poco a poco nos van desmantelando el Estado del Bienestar. Los hospitales los gestionan fundaciones que se endosan nuestro dinero y que hacen negocio con nuestra salud. En las escuelas públicas se invierte poco, de manera que en vez de ser mejores que las privadas al final terminan siendo refugio de quien no puede pagar un colegio concertado o privado. Las universidades privadas ofrecen «campus» de película y la posibilidad de hacer prácticas en laboratorios nuevecitos. En el capítulo de las teles, las privadas nos ofrecen de todo, pero muchas veces en ese de todo no está la calidad ni toda la imparcialidad deseable porque naturalmente obedecen a los intereses de sus propietarios. Eso sí, nuestra televisión pública, hablo de TVE, no siempre ha sido imparcial. Todo lo contrario, ha solido estar a favor del gobernante de turno, lo que sin duda le restaba credibilidad. Una televisión y una radio públicas son absolutamente imprescindibles porque son quienes nos pueden contar sin compromisos realmente lo que pasa. Eso sí, quienes tienen que informar se permiten el ser todo lo libres que les garantiza el Estatuto, y no están pendientes del gobernante de turno. También es verdad que cuando uno ve quien dirige nuestras radios y televisiones públicas, la estatal y las autonómicas, no le queda la menor duda de que todas tienen un hilito, algunas, correa otras, de transmisión de los intereses del poder de turno. Al frente de nuestros medios públicos no están los profesionales con mejores curriculums, ni con más prestigio, sino los más afines al poder de turno.

Sin embargo, quienes trabajan en RTVE ya digo que se deberían de permitir el lujo de ser absolutamente libres. Y hay periodistas de TVE que son ese lujo del que hablo. Estos días, sin ir más lejos, la mejor información que se ha ofrecido desde Egipto o Túnez la hemos visto en TVE. Los periodistas enviados por TVE a estos países han ofrecido una información rigurosa, de calidad, consistente, seria, fiable. Para eso también está la tele pública.

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