Las enfermedades son raras, no los enfermos

Son 30.000 leoneses los que padecen alguna de las 6.000 patologías poco conocidas, aquellas que se denominan enfermedades raras. Pero ellos no son raros, son personas que requieren atención y ahora, por fin, la están recibiendo. Aquí, en León en el CRE de San Andrés del Rabanedo y en Burgos, en el Centro Estatal de Enfermedades Raras. Hasta aquí todo eran sombras en unas familias y en unos enfermos a los que nadie sabía qué protección dar ni cómo atenderles. Ni siquiera se sabía qué tipo de patología sufrían. Se habían convertido en alguien raro, con una rara enfermedad.

Pero la situación ha cambiado sobremanera y, ahora sí, desde la Administración, el Estado en este caso, se han puesto los medios para que estos enfermos puedan tener las mismas oportunidades que el resto y, lo que es más importantes, puedan tener una vida más digna que la que estaban viviendo. Centros como el de San Andrés del Rabanedo o el de Burgos son algo más que edificios donde se atiende a pacientes, son la demostración palpable de lo que debe hacer la Administración: dar servicio a los ciudadanos e invertir el dinero público en aquello que realmente sirve para paliar las carencias de las personas. Atención y servicio, eso es lo que piden estos enfermos y es lo que merecen.