EL RINCÓN
A la de tres
Al ser preguntado por su programa para gobernar el Ayuntamiento de León, Emilio Gutiérrez recalcó: «gestión, gestión y gestión». Así, tres veces. Mi vecino el socialista habrá exclamado: «y un jamón, y un jamón, y un jamón». Las propuestas por triplicado llegan mejor al destinatario, salvo a los adolescentes, pues son duros de oído y hay que repetirles las cosas seis veces, más el bis. A mí ese trío de gestiones me recordó al célebre «programa, programa, programa» de Anguita, y al «sexo, sexo y más sexo», de Dinio, o quizá fue Paquirrín. Estamos de acuerdo. Gestión, gestión y requetegestión, que queda muy prusiano. Pero como esta crisis siga creciendo en vez de menguando, pronto lo único que habrá para gestionar será la nada, que viene a ser como peinar a un calvo. No imposible, sino dificilillo.
Vengo manteniendo en esta columna que la política ha de ser gestión y gesto. Gestión correcta de los bienes públicos, pero además gesto humano, solidario, ético, íntegro e integrador, para que la política no sea la guerra por otros medios. Nunca he entendido por qué los procesos electorales han de plantearse como la destrucción del rival. Al principio creía que esto se debía a una impulsividad, a algo así como la gripe del candidato, hoy sé que es por pereza para construir argumentos críticos. Abundan los Makinavaja, sin corbata y con ella. Mientras, las vacas flacas de la crisis no pueden tomarse ni un café solo. No hay ni para cencerros.
Gestión, gestión y gestión, recalca Gutiérrez, quien ha visitado la Asociación Leonesa de la Caridad, y prometió que si gobierna no les olvidará. Sus responsables sí saben de gestión y gestos, conocen el gran secreto de la alquimia: convertir la nada en oro. El corazón humano debería ser declarado Patrimonio de la Humanidad, en estos días difíciles, donde los adultos hemos vuelto a temerle a la oscuridad, como cuando éramos niños y nos tenían que decir tres veces las cosas: «a cenar, a cenar, a cenar-¦». En mi casa, a la cuarta se mascaba el coscorrón. Vamos, como en las elecciones, pero dado con cariño. Según Wikipedia: «tres es el número natural que sigue al dos y antecede al cuatro». Ostras. Lo he entendido a la primera hasta yo, que soy de letras.