Rango y el TC

En Dirt, un pueblo del lejano oeste al que llega el simpático lagarto Rango (que da título a una singular película de animación que está teniendo notable éxito y no sólo entre los más pequeños), no tienen dinero en los bancos; lo que tienen en la caja fuerte es agua, su bien más preciado. No sé si acabaremos algún día como en Dirt pero vamos camino de ello y no sólo por efecto del cambio climático.

De momento los pantanos los tenemos pletóricos lo cual tiene un efecto tranquilizador pero no bajemos la guardia. Aquí se ha jugado y se sigue jugando con las cosas de beber y arrastramos últimamente un desgobierno hídrico modélico. Cautivo y desarmado el sentido común ha tenido que venir in extremis el Séptimo de Caballería, en forma de Tribunal Constitucional, para recordar que el agua es de todos. El TC, en una decisión tan tardía como cabal, anula en los estatutos de Andalucía y de Castilla y León los artículos que daban a estas comunidades las competencias sobre el Guadalquivir y sobre el Duero a su paso por ambos territorios. Frente al «criterio fragmentador» que, a juicio del Tribunal, lastra los artículos anulados se impone el criterio de la unidad de cuenca que deja en manos del Estado las competencias, y la responsabilidad, sobre el uso racional de los recursos hídricos que, como en estos casos, discurren también por otras comunidades. Tanto Andalucía como Castilla y León han quedado descolocadas con esta decisión que, en todo caso, debería abrir las compuertas a un debate racional y no contaminado por rivalidades políticas. No cabe duda de que caben fórmulas de gestión compartida que, en determinados casos, pueden ser convenientes y eficaces; ese es un terreno a explorar y aquí en León más si cabe. Pero lo que viene a hacer el TC es señalar un «hasta aquí» que debería haberse marcado mucho antes. Nunca los argumentos políticos deberían entorpecer unos planteamientos fundamentalmente técnicos avalados por unas herramientas de contrastada eficacia como son las confederaciones hidrográficas; uno de esos -˜inventos-™ felices que deberían quedar por encima de las veleidades políticas y que tienen una poderosa capacidad integradora. Pero eso parece que no se lleva últimamente.

Con ocasión del 150 aniversario del nacimiento de Joaquín Costa alguien escribió que vivimos en un -˜esperpento hidrológico continuo-™. Ojalá esta decisión del Constitucional traiga una riada de cordura.