El TSJ despeja el camino al tranvía
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJ) que levanta la paralización cautelar del que se había concebido como primer tramo del tranvía de León (Santo Domingo-Estación de Feve) ha sido recibida con euforia en el equipo de gobierno del Ayuntamiento y, a juzgar por las primeras escaramuzas tras hacerse pública, lleva camino de convertirse en una de las polémicas que darán más juego de aquí a las elecciones.
El alcalde disparó directamente a la línea de flotación del PP haciendo responsable a la dirección provincial de estar detrás de la iniciativa judicial, promovida por la Asociación de Vecinos Guzmán el Bueno que, en julio del pasado año, consiguió paralizar cautelarmente las obras a los cuatro días de iniciarse. Siendo evidente que la responsabilidad directa de la paralización debe atribuirse a los dirigentes de la asociación, lo cierto es que el fallo ha dejado descolocados a los populares que se apresuraron a difundir su particular interpretación de la sentencia subrayando que no se refiere a la legalidad de las obras sino exclusivamente al auto de paralización. También la Asociación Guzmán el Bueno ve omisiones «inexplicables» como el hecho de que el TSJ no se pronuncie sobre las infracciones al patrimonio cultural y la falta de licencia ambiental también denunciadas. Ciertamente siguen abiertas otras iniciativas judiciales, como la que se dirime sobre si el Ayuntamiento actuó, o no, por vía de hecho. Pero no cabe duda de que el fallo del TSJ es contundente en lo esencial al señalar que no se ha vulnerado el PGOU ni era necesario, en este caso, el estudio de impacto ambiental. Eso es lo sustancial como lo es que las sentencias hay que asumirlas. Y si valía la anterior también debe valer ésta.
Es lógico pensar que el PSOE, con el alcalde a la cabeza, va a intentar sacar la máxima rentabilidad política a este fallo que despeja el camino de un proyecto ahora sin dotación; una de las bazas electorales más jugosas de los socialistas junto a la apertura de la estación provisional -”antesala del AVE-”, la supresión del paso del Crucero y la prolongación de Ordoño que ya enfila hacia el futuro palacio de Congresos.