PANORAMA
Rubalcaba
Y o entre creer a ETA y creer al gobierno no tengo ni una duda, al gobierno por supuesto, pero solo salvo y hasta que la realidad me demuestre que es el gobierno quien miente y no la banda terrorista. No se si es el caso, pero escuchando las protestas del vicepresidente y ministro del Interior Rubalcaba porque el PP de más credibilidad a las llamadas «actas» de la negociación con ETA que al desmentido del gobierno se me ocurre que el gobierno lo tiene muy pero que muy fácil para dejar fuera de juego a los populares y que reluzca la verdad: tan fácil como darle al juez del caso Faisán, el juez Ruz, las «actas» del Gobierno sobre esa misma negociación para que pueda contrastarlas con las de ETA.
El juez sustituto de Garzón, Ruz, recibió la manzana envenenada del Faisán sin esperarlo, y está acreditando una solvencia y una dignidad en el ejercicio de su función que inspiran confianza, además de un saludable nulo apego al estrellato. Para asegurarse de que el policía que entregó el teléfono del chivatazo a los etarras en el bar. Faisán era quien parecía, cosa que en el video no se apreciaba bien por la mala calidad de la imagen, encargó a la Policía, a La Guardia Civil y a la Universidad de Barcelona que le volviesen a filmar en secreto y por separado y con los tres videos ordenó un informe antropométrico que ha acreditado sin género de duda que, efectivamente, era él; así de en serio se toma Ruz su independencia constitucional.
No he sido yo ni ningún periodista sino el mismo Rubalcaba quien, entre otros, han concluido en anteriores ocasiones que ETA es lo que se quiera, lo peor, pero «no miente», la última vez en pleno «subidón» del fallido «Proceso de paz» de Zapatero* ante del atentado de la T4. Mi impresión personal de lega observadora siempre ha sido la contraria, que ETA es una mentira con patas en sí misma y nunca han dejado de mentir. ¡Hágase la luz, venga esas «actas», al juez! O habrá que dar por buena la versión etarra por incomparecencia del Gobierno. La cuestión, a estas alturas de la película, y sintiéndolo mucho, me temo que ya no es si se negoció «sucio» con ETA, que está claro que sí: no hay forma humana de negociar «limpio» con los terroristas; ni si hay que negociar con ETA su final siempre que no hay precio político, sobre lo que todos tenemos ya criterio y opinión. La cuestión, en mi opinión, es si el presidente Zapatero mintió cuando afirmó tajantemente tras el atentado de la T4 que había ordenado suspender todo «diálogo» con ETA, y si el hoy todopoderoso vicepresidente primero, Rubalcaba, vuelve a mentir cuando acusa al PP de algo tan grave como no querer que se acabe ETA por darle credibilidad a las «actas» de la banda. Resumiendo: que no nos merecemos (seguro que esto les suena) un gobierno que mienta.