Donde las dan...

N i Francisco Fernández es Marlon Brando, ni Isabel Carrasco, Vivien Leigh, pero el guión que están escribiendo en su relación, política eso sí, se parece mucho a la tortuosa relación de los dos genios del cine en -˜Un tranvía llamado deseo-™. Un tranvía que ha vuelto a evidenciar las diferencias del uno y la otra. El alcalde y candidato socialista a la Alcaldía ha salido raudo y veloz nada más saber que el TSJ le había dado la razón y podía continuar las obras de ese tranvía que tanto desean los Franciscos: Fernández y Gutiérrez, al que llevará en la lista, eso sí contra su deseo. Otra cosa es el deseo de los leoneses. Lo expresarán el 22 de mayo, con su voto. Y ahora, el candidato socialista desea que la presidenta de la Diputación no se presente como número dos en la lista del PP al Ayuntamiento porque, según él, ha intentado perjudicarlo con su actuación contra el tranvía. ¿Pero no dicen que su presencia da votos al PSOE? Claro que ella le ha contestado que se va a presentar y que el PP no desea y no hará el tranvía. Muy bien, pero debería explicar por qué y, sobre todo, aclarar si tampoco le gusta el de Feve. ¿O este sí?

Por cierto, una pregunta inocente: si las obras para la llegada del tranvía a Padre Isla y Santo Domingo se financiaban con fondos del Plan E, en concreto 4,6 millones, que se han dedicado a otras, ¿con qué dinero se van a pagar ahora? Porque con desearlo sólo no va a valer, aunque sea mucho, mucho. Casi tanto, como lo que deseaba Juan José Alonso Perandones darle con la puerta en las narices a su partido, que le ha ninguneado en su lucha por defender la Vía de la Plata tradicional o, más recientemente, con la elaboración de las listas a las Cortes de Castilla y León. No sólo quitaron a Victorina Alonso, sino que la sustituyeron por el secretario de la agrupación del Órbigo, David Martínez, que aún no ha empatado con nadie, que se sepa. Una decisión que sólo beneficia al obispo de Otero, Joaquín Llamas, que mantiene -˜per se-™ el sillón de diputado. Claro que Perandones las ve venir de lejos, sabe que tiene difícil la mayoría absoluta y se huele el pacto Peyuca-Bardal, PAL-PP. Y como todo es deseo, ahí estaba Victorina Alonso, que aunque ya lo peleó hace cuatro años y lo merece, ahora, dolida por la decisión de quitarle de la lista autonómica, se ha unido a su -˜amigo-™ Perandones en su estrategia. Y los dos han pillado con el pie cambiado al partido, que contaba con que repitiera el sempiterno alcalde astorgano. Ibán García del Blanco debería aprender que en política, como en la vida, donde las dan...