Zapatero no da nada por perdido

L a noticia no ha hecho más que confirmar lo que estaba cantado, por más que últimamente algunas crónicas despistaran. Hace medio año reproducíamos en este espacio unas palabras de José Blanco: «No olvideis que José Luis es, sobre todo, hombre de partido y hará lo que más convenga al PSOE». De partido y de familia, como el propio Zapatero recordó ayer, y ambos intereses coincidían en la retirada a los ocho años de gobierno. Hace dos meses publicamos que lo anunciaría antes del 22-M basándonos en que eran demasiados candidatos -”Fernández Vara, Barreda y multitud de alcaldes-” los que así lo pedían, convencidos de que tienen más posibilidades de sobrevivir a la ola popular con Zapatero de salida. Y el 2 de abril en el comité federal era el momento apropiado. Es una secuencia lógica y, superada la época del culto a la frivolidad, la lógica termina por imponerse. Los candidatos socialistas que ayer celebraron el anuncio estiman que si las elecciones del 22 de Mayo son en clave local, el PP se sorprenderá con los resultados. Si son en clave global el PSOE puede hundirse. El PP también lo cree y por eso se permite no haber designado todavía cabeza de lista en numerosas ciudades -”Guadalajara, Castellón, Villareal, etcétera-” acaso convencidos de que su marca es tan fuerte que los nombres propios no importan. La ola popular viene muy fuerte.

También parecía cantado que no habrá sustituto por dedazo , tipo Aznar con Rajoy, sino vía primarias que solo se evitarán si alguien convence a Carme Chacón, o a cualquier espontáneo, de que no se presente. Otra cosa es que difícilmente se evitará antes del 22-M el debate sobre el sucesor porque ayer mismo el balear Antich, proclamó su devoción por Rubalcaba.

El PP lo sabía. Y también lo de Rubalcaba. De ahí que lo venga tiroteando sin tregua con apoyo de la derecha mediática desde hace semanas. Es su principal enemigo. Durán Lleida dice sentir náuseas por la utilización que se está haciendo de la política antiterrorista para perseguir a Rubalcaba. La guerra es despiadada y ni trece puntos de ventaja en las encuestas aconsejan bajar la guardia. Por si acaso.

Pero el anuncio tiene un calado económico internacional como lo demuestra que en la web de The Wall Street Journal , Zapatero fuese la noticia destacada. La semana pasada el banquero Emilio Botín y otros empresarios pidieron al presidente que no se marchara ahora para no perjudicar la recuperación. El PP ha pedido en tromba elecciones anticipadas -”«piden ya el final del partido» en expresión de Rubalcaba-” pero Zapatero dedicará las próximas semanas a demostrar que se irá en su día pero que invertirá el año que le queda en hacer reformas y en mejorar su imagen, con popularidad inferior a la de González cuando los GAL y que Aznar con la guerra de Irak, según datos del CIS.

Quienes dialogan con Zapatero con frecuencia auguran que se empleará a fondo de aquí a Marzo. Estiman que tiene bien amarrado el plano internacional -»no hay ningún riesgo de que la economía española deba ser rescatada», asegura- y que confía que en el otoño las duras reformas den sus frutos. Lo que sí ha adelantado es que su beligerancia con el PP se incrementará. Dolido por la soledad política frente a la crisis económica, advierte que a él le han dado, pero ahora le toca dar a él. El talante por lo visto se archivará y contra lo que pueda pensarse, Zapatero no da nada por perdido. Confía en remontar la crisis lo suficiente como para ganar al PP en marzo o impedirle la mayoría absoluta como mínimo. Comienza un año muy complicado con elecciones en cincuenta días, con primarias en el PSOE durante el verano, con candidato antes del uno de Septiembre, precampaña feroz asegurada y sin tregua, tensión institucional disparada entre Cataluña y España y tímida recuperación económica, que quien sabe si no la ahogara la política. Dios nos ampare.