PANORAMA
El laberinto
Zapatero no repetirá como candidato. Las luces están en la decisión misma de dar un paso atrás al descubrir que perjudica la causa electoral de su partido. Las sombras guardan relación con el momento elegido para anunciarlo y el modo de afrontar la sustitución en la cabecera del cartel socialista porque mezcla espantada y proceso sucesorio con campaña electoral de municipales y autonómicas.
Dijo Zapatero ante el Comité Federal del PSOE que se había decidido a anunciarlo ya por eliminar un factor de incertidumbre que no favorecía la concentración del Gobierno en el saneamiento de la economía nacional. Eso dijo. Sin embargo, es evidente que el anuncio de no repetir candidatura deja abierto de par en par el proceso sucesorio, al menos hasta su apertura formal después de las elecciones del 22 de mayo, lo cual es mantener la misma incertidumbre con distintos nombres.
Antes la incertidumbre planeaba sobre Zapatero. Ahora planeará sobre sus presuntos sucesores. Si antes a Moncloa le agobiaban las conjeturas sobre si Zapatero se presentaría y cuándo lo anunciaría, ahora les agobiarán las conjeturas sobre si Rubalcaba, o Chacón, o Bono, o Blanco... se presentarán a las primarias y cuánd o lo anunciarán. Ellos no quieren dar cuartos al pregonero hasta la fecha convenida, el 28 de mayo (Comité Federal), pero será imposible poner esas puertas al campo político y mediático en un país tan adicto al quinielismo.
Otra sombra se proyecta sobre la figura del secretario general, que se elige en un congreso federal y no en primarias. Incógnita sin despejar. Se supone que Zapatero no repetirá como candidato al liderazgo socialista, pero no ha sido explícito en ese sentido. Como si fuera un tema menor frente a la importancia de solventar la candidatura a la Presidencia del Gobierno. Es chocante que se centre en lo uno y se aparque lo otro, cuando el PSOE podía resolver de la misma tacada los dos procesos con la convocatoria de un congreso federal en verano, que es cuando ya se puede convocar por la vía ordinaria.
Si se trata de resignar la candidatura a Moncloa y el liderazgo del partido, ¿por qué no un comité federal del 28 de mayo que convoque congreso federal para el verano, del que saldría un secretario-a general sobrado de legitimidad para convertirse a renglón seguido en candidato a la Presidencia del Gobierno? Si, como parece, el PSOE celebra primarias en junio, o proclama a un candidato por fal ta de competidores, es evidente que el proceso estará tutelado por el actual secretario general y su equipo, que sigue siendo Zapatero y compañía (Blanco, Iglesias, Valenciano, etc). ¿Mirarán al techo Zapatero y Blanco cuando les pregunten sus preferencias?