EL CORRO
León es diferente
A nadie se le oculta que la decisión de Zapatero de no volver a encarnar el cartel electoral del PSOE ha sido acogida con alivio por la inmensa mayoría de los candidatos socialistas a las próximas elecciones municipales y autonómicas. Saben que el descrédito político del presidente del Gobierno ante la opinión pública se ha convertido en un lastre para la marca electoral y temían, con evidente razón, que la doble cita electoral del 22 de mayo acabara convertida -tal como pretende el PP- en una especie de plebiscito sobre la gestión del inquilino de La Moncloa. Dicho de otra forma: los candidatos socialistas a gobernar autonomías y ayuntamientos no querrían recibir en sus traseros la patada que un sector de electorado tendría ganas de dar al propio Zapatero.
No sé sabe en qué medida, pero, una vez que el presidente se ha autoamortizado políticamente, es innegable que el peso del lastre ya no es el mismo y no ha lugar a dicho plebiscito, si bien el PP, a falta de coraje político para presentar una moción de censura, no renunciará a convertir los comicios del 22-M en unas elecciones primarias.
Ese alivio general de los candidatos socialistas tiene su excepción en la provincia de León, donde por motivos que a nadie se le escapan sus correligionarios no comparten esa devaluación política de Zapatero. El artículo firmado el domingo en estas páginas por Francisco Fernández no deja lugar a dudas. El máximo responsable del PSOE leonés y aspirante a mantener la alcaldía de la capital reivindica sin reservas la gestión del presidente del Gobierno. Por multitud de razones no puede ser de otra forma. Zapatero no habrá cumplido, ni mucho menos, todos sus compromisos con León, y desconozco si es cierta o está inflada la cifra de 6.000 millones de inversión manejada por Fernández. Pero no pocas actuaciones están ahí y nadie puede negarlas. Constituyen la mejor baza electoral del PSOE de León y lógicamente no va a renunciar a ella.
Dicha baza no existe en ninguna otra provincia de esta comunidad autónoma. Los alcaldes de Palencia, Segovia, Soria, Aranda de Duero o Miranda de Ebro comparten sin duda el alivio de los demás regidores socialistas. El alcalde de Segovia, que ni siquiera está afiliado al partido, reconoció hace poco que Zapatero era un lastre electoral y sólo le faltó añadir que no lo conocía de nada.
En lo tocante a las elecciones autonómicas, la decisión de Zapatero es irrelevante en Castilla y León. Ahí la mayoría absoluta del PP es inexorable y sólo falta por ver cuál será el alcance de la derrota a la que está predestinado el candidato socialista, Óscar López. Un dirigente que, llegado el caso de tener que optar entre Rubalcaba y Carmen Chacón, se decantará sin duda del lado del primero .