EN BLANCO
Jorge Revenga
Crean ustedes lo que crean, el deporte rey en España no es el fútbol ni tampoco el doméstico mus. La gran afición nacional consiste en hablar mal de los amigos, siempre que sea a sus espaldas. Así que haciendo un alarde jaquetón, a cara muy descubierta y por escrito, voy a decir lo que pienso realmente acerca de Jorge Revenga, autor de la obra sobre el 400 aniversario de la Cofradía de Jesús que este periódico distribuye. En cuanto a su faceta profesional, la abogacía, poco hay que añadir a lo ya sabido: es un hombre de enorme autoconfianza, tesón y ambición por hacer las cosas como es debido. Llegada la Semana Santa, y aún meses antes, Jorge se ve invadido por una emotividad estética y devocional que le ha llevado, entre otras cosas, a escribir este libro enciclopédico, definitivo, sobre una de las cofradías históricas que revisten con galas de seda y oro los días de la Pasión en nuestro León, una ciudad también salpicada de tonos viejos.
No me gusta dar consejos, pero creo que en esta ocasión es de justicia y en bien de la causa común recomendar a los lectores la adquisición de tan bello caleidoscopio de imágenes y sensaciones, ensamblado con el minucioso trabajo de un orfebre. Un empeño en el que sin duda ha puesto su granito de arena el camandulero Motorines, otro que tal baila a la hora de aportar honestas intenciones al ritual semanasantero. El esfuerzo realizado por Jorge a la hora de narrar los entresijos históricos y sentimentales de los papones de Jesús adquiere tintes épicos, pero lo cierto es que ha rematado con un final feliz tan mayúsculo desafío. Yolanda, guapa, perdónale aunque él si sepa lo que hace. Ya lo dice la coplilla: «La procesión, venga por donde venga, se encuentra a Jorge Revenga».