Asociación de Caridad: una labor de oro

Ciertamente es sonrojante, y dice mucho de las carencias de nuestra sociedad, que 105 años después de su creación, la Asociación Leonesa de Caridad siga jugando un papel tan relevante para paliar las necesidades más perentorias de los más desfavorecidos. Es sonrojante pero así es y no es menos cierto que esta labor humanitaria sólo sigue siendo posible gracias el tesón y compromiso de muchas personas que han dado y dan lo mejor de sí mismos en esta tarea tan altruista como indispensable. León saldó ayer una pequeña parte de la deuda que tiene con esta asociación al entregar a su presidente, Alejandro López Caride, la Medalla de Oro de la Ciudad de León. Un acto simbólico que sirvió también para rendir homenaje a la labor silenciosa de tantos y tantos voluntarios que a lo largo de todo este tiempo han colaborado de forma silenciosa con los objetivos de la asociación. Hoy, el perfil del demandante de ayuda no es el mismo que el de hace años. Ahora traspasan las puertas de la casa de Puerta Obispo no sólo indigentes de paso sino inmigrantes, desempleados, ancianos que viven solos, mujeres que han sido maltratadas, etcétera. Cambia el perfil pero no se modifica la esencia: servir de colchón para atender situaciones límite. Es ésta una labor de oro, sin ninguna duda.