La opinión del lector
¿Objetivo cumplido?
O bjetivo cumplido, ¿verdad, señora presidenta de la Comunidad de Madrid? Con la declaración de las corridas de toros como Bien de Interés Cultural ha conseguido su propósito: que la tauromaquia nos cueste todavía más dinero a todos los ciudadanos. Usted, como avezada mecenas de las élites que es -con fondos públicos, por supuesto- no ignora que nada más efectivo de unos cimientos de millones de euros para enquistar una injusticia o una aberración en la sociedad. De su división entre «listos» y «tontos», o entre «matadores» y «muertos», abriendo la mano de los billetes para los primeros, emana cierto tufillo fascistoide. En el Decreto que declara los toros como BIC tienen la desvergüenza de indicar que «no obligan a nadie ni prohíben nada». Cierto, no me ponen un estoque en la espalda para conminarme a entrar en una plaza, pero resulta que yo, al igual que todos los que rechazamos la tortura de un animal, estamos contribuyendo económicamente a que ésta tenga lugar. «No vayas a verlos pero págalos». Llegados a esta situación, si se está en contra de la violenta exaltación del abuso sobre seres vivos que representa la tauromaquia, hay que ser un necio o un cobarde para callarse ante semejante expolio de las arcas públicas para sufragar tan miserable fin. Y sumémosle ahora a las mayores subvenciones y a los privilegios fiscales otros factores inherentes a la declaración de Bien de Interés Cultural. Disfruten usted y su familia dedicada a la ganadería de tan mezquino instante de gloria, porque al final, los ciudadanos se negarán a seguir pagando la comisión de un crimen, único sustantivo que describe la tauromaquia.
Julio Ortega. VIGO
Por favor, no aplaudan
La semana santa leonesa siempre se ha caracterizado por su recogimiento pero últimamente cada vez hay más personas que aplauden durante las procesiones ignorando nuestras costumbres. Desde aquí quisiera pedir a todas esas personas que no aplaudan. En León nuestro silencio es el mejor aplauso y nuestra forma de mostrar gratitud y respeto por quienes procesionan y pujan los pasos.
Manuel López. LEÓN