El mejor

Hasta ahora, uno creía que la mayor prueba de amor po r la que puede pasar una pareja es mudarse de piso sin divorciarse en el intento. Que si dónde pongo esto, que si dónde pusiste aquello, que si la po rcelana, que si cuidado con mi oso disecado-¦ sobrevivir a tal pugilato conyugal, aunque del traslado en sí se encarguen los profesionales, demuestra que la relación es a prueba de bombardeos. Pero cuatro derbis prácticamente seguidos son demasiados hasta para Romeo y Julieta. Mi mujer es culé y yo soy madridista. Hoy tendrá lugar el cuarto y último de estos encuentros entre el Real Madrid y el Barça, lo nuestro aguantaría incluso dos partidos más, pero ya con otros tres tendríamos que encomendarnos a don Santiago Bernabéu. Si no hay victoria, Mourinho se nos puede rayar para siempre, su autoestima no soporta más sopapos. Nos hacemos cargo, muchos todavía no nos hemos recuperado del cinco cero. Y algunos, ni siquiera de que Peret perdiese en Eurovisión, en 1974, a cada uno le cicatrizan a un ritmo las heridas. Pero no hagamos de todo una Ilíada. Dicho esto, ¿le resultaría mucha molestia al Real Madrid ganar este partido de hoy? No por mí, que soy de fácil conformar, s ino por el recochineo en casa.

En política leonesa se da similar tensión: la precampaña de la precampaña, la precampaña a secas, la campaña pura y dura, las elecciones, el día después, y luego el si tú me dices ven lo dejo todo. ¿Se imaginan cuatro elecciones municipales en poco tiempo? Fernández y Gutiérrez terminarían estresados y dándose chorros mutuamente en un balneario, pues el roce hace el cariño. ¿Entre elección y elección, más elecciones? Horribl e, incluso para un demócrata. Se les encanecerían aún más sus respectivas caballeras de galanes maduros. Hasta entre la I Guerra Mundial y la II medió un espejismo de descanso.

¿Un quinto derbi? No, por favor, mejor una mudanza. Cuatro son ya más que suficientes, que al español le agita s un poco y le irrumpen, como a Goya, pinturas negras. En 1971, Mingote dibujó su célebre «Vota a Gundisalvo. ¿A usted que más le da, hombre?». Pues ahor a, lo mismo. Ganad al Barça. ¿A vosotros que más os da? Y también en las urnas, claro, que gane el mejor. Total, ¿a él qué más le da?