La Caja debe aclarar el mandato de Del Canto y Medel

Uno de los aspectos en los que más se ha enfatizado con ocasión del proceso de fusión de Caja España-Duero y Unicaja ha sido el de la necesidad de caminar hacia la creciente profesionalización del banco resultante. Dicho de otra forma, de poner coto a las prebendas de las que se beneficiaban los directivos y consejeros en la situación anterior a estos procesos. Pues bien, estos planteamientos chocan con algunas de las iniciativas incluidas en los estatutos que redactan ambas entidades y que contemplan un -˜blindaje-™ en sus cargos por un periodo de seis años a Braulio Medel -futuro presidente del banco que surja de la fusión- y a Evaristo del Canto que ocupará la vicepresidencia ejecutiva y será consejero delegado de la misma entidad. Una decisión que también alcanzaría a los quince miembros del consejo de administración y que se justifica en la necesidad de dotar de estabilidad al nuevo banco en la primera etapa de funcionamiento. A los sindicatos les ha faltado tiempo para criticar estas iniciativas pero parecen olvidar que ellos mismos las secundaron -salvo CC.OO.- durante el consejo celebrado el pasado 14 de abril. Unas decisiones, en todo caso poco ejemplares, y que deberían quedar en última instancia sujetas al arbitrio del consejo y asamblea que se constituyan como colofón al proceso que está en marcha.