La opinión del lector
Felicidades C.G.T.
E l 15 de marzo venía en mi coche por la autovía de Gijón a Mieres. Cerca de esta ciudad, vi uno de esos 110-pegatina en un lugar de conducción distendida por ausencia de peligros. Poco después comienza la autovía a señalar tres orientaciones: Derecha, a Oviedo. Izquierda, a León. Centro, a Mieres y Figaredo. Tomo serenamente la izquierda, ramal por el que circulo por primera vez: medio kilómetro de suave curva descendente hasta desembocar en la autovía Oviedo-León.
En este punto, un coche de la Guardia Civil de Tráfico, y tras él un agente que nos manda detenernos mientras su compañero le escribe la receta a otro vehículo parado más adelante. La pregunta de sorpresa de mi cuñado que a mi lado se sentaba: ¿Qué has podido hacer mal con la prudencia que venías conduciendo?.
- Buenas tardes: Después de una limitación de 100 entró usted en una de 80 a 102 de velocidad. Son 50 euros si los abona en 20 días en el banco de Santander. Sin pérdida de puntos. Es el mínimo.
¿Por qué no vi yo la limitación de 100 ni la subsiguiente de 80? Porque son psicológicamente invisibles para el conductor que en ese momento se ocupa de tomar el carril adecuado y atender a las dificultades reales de la autovía y la conducción.
Este es uno de los muchos puntos muy bien pensados para poner multas, pues la limitación es muy anterior a que el conductor prudente note la conveniencia de disminuir tanto la velocidad.
No puedo por menos que felicitar a los agentes, que no dejarían de multar todo el rato que permanecieran en dicho punto kilométrico. Pueden hacer honor a su sigla G.C.T., pero significando: Grandes Cazadores de Tráfico.
Leopoldo Riega Díez. LEÓN
Siempre mirando al pasado
E stamos en el siglo XXI, y a pesar de ello y ver cómo esta ciudad se queda sin gente los leoneses nos quedamos anclados en el pasado. Todo el mundo critica las moscas de Eduardo Arroyo, que son el presente vivo, y para callar las voces del pasado consuelan al pueblo aburrido y medieval con unos reyes que son el único reclamo de unos políticos que dicen ser del presente y del futuro. Y además, ¿por qué Amancio? ¿es el escultor del Reino?, ¿No hay más escultores que Muñiz Alique, Amancio y Uri arte?, anclados en la edad media, en el pasado y en el ombligo.
Jaime García Iglesias. LEÓN