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León

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El Ayuntamiento de León tiene intención de aprobar en unas semanas el plan para consolidar 284 plazas de funcionarios y personal laboral, que en estos momentos están en situación de interinidad. La decisión, de hecho, ya está tomada, se rubricó en la reunión de la mesa general laboral del Ayuntamiento el pasado viernes y lo hizo con la presencia del concejal de Personal, Ibán García del Blanco. Nadie pone en duda que se deba dar una salida a estas plazas interinas si es que, como dice el acuerdo, son necesarias para el Ayuntamiento, pero desde luego lo que sí está en entredicho es la oportunidad del momento.

Todas las administraciones, todas sin excepción, han aplicado un severo recorte a las convocatorias de nuevas plazas de funcionarios. Y lo han hecho por mor de la dura crisis económica mundial, que en España se está manifestando con especial virulencia. Pero si la crisis no fuera suficiente argumento para no tratar ahora de consolidar unas plazas sobre las que no pesa riesgo alguno de despido, dicho sea de paso, a ésta se le añade el proceso electoral en el que está sumido el Ayuntamiento de León. En plena campaña electoral, cuando las urnas, es decir los leoneses, van a decidir el 22 de mayo si quieren seguir o no con el actual equipo de gobierno, no parece el momento más oportuno para tomar una decisión de este calibre. Lo lógico, lo normal, lo políticamente correcto sería que fuera la nueva corporación la que acordara si llevar a cabo o no esta consolidación de plazas en el Ayuntamiento de la capital. Y lo que tampoco parece muy correcto es que el acuerdo del viernes se haya tomado sin el conocimiento de la UPL, socio de gobierno del PSOE en el consistorio, y sin el principal partido de la oposición, el PP. No es el momento ni la actual corporación es la que debe poner en marcha este proceso de consolidación de plazas, para el que ha tenido nada menos que cuatro años.

Todas estas sombras ponen en entredicho un acuerdo, una decisión, que seguramente sea necesaria para el Ayuntamiento, pero que también sin ninguna duda es del todo inoportuna.