Caja España mantiene viva la Obra Social

No pocas críticas ha recibido en los últimos tiempos la gestión de las cajas de ahorro -en particular al hilo de las aventuras emprendidas en el sector del ladrillo que llegó a ponerlas en riesgo- pero no todo se ha hecho mal en estos años. No está de más subrayar la responsabilidad y prudencia de quienes, ya en la etapa anterior de la presidencia de Santos Llamas, supieron situar en el ámbito de las prioridades aspectos tan relevantes como la Obra Social. Siempre fue éste un elemento definitorio de la personalidad de estas entidades de ahorro que no ha escapado de la marejada de los procesos de fusión pero que, por fortuna, no ha naufragado. Y hay que decir en este punto que ha sido la previsión de Caja España, -al haber dotado en su día, y reservado, un -˜fondo cautelar-™ con 23 millones de euros-, lo que permite garantizar la supervivencia de la Obra Social, este año y el próximo, en el ámbito territorial de Caja España-Duero. Aunque todo indica que estamos en un periodo de ajustes obligados que, en algunos casos, pueden crear fricciones.

Como es sabido Caja España-Duero está culminando el proceso de integración con Unicaja cuyo último paso es la conversión en un banco cuyo funcionamiento se quiere que esté regido por criterios estrictamente profesionales. Este objetivo se quiere hacer compatible con el mantenimiento de la identidad en el territorio en el que estas entidades están radicadas concediendo también protagonismo a la tradicional labor social de las cajas. De ahí la importancia de garantizar la continuidad de la Obra Social y sus variados servicios. Sólo en el 2009 la actividad de la Obra Social de Caja España llegó a más de seis millones de personas a través de 3.200 actividades. Cultura, tiempo libre, asistencia social y sanitaria, educación, investigación y patrimonio histórico conforman, entre otros aspectos, la labor promovida desde la Obra Social. Basta con recordar, a título de ejemplo, la participación determinante en proyectos como la restauración de las vidrieras de la Catedral o el apoyo comprometido para el nuevo órgano, o el apoyo al proyecto de las Edades del Hombre para subrayar la trascendencia de esta labor.