Recta final

La campaña electoral toca a su fin. Quedan sólo cinco días para que los ciudadanos que quieran puedan acudir a las urnas para elegir a sus representantes municipales en los ayuntamientos de toda España y en los Parlamentos de trece comunidades autónomas: todas menos Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía, donde el calendario electoral va con otro ritmo. Una campaña electoral que ha pasado con más pena que gloria, en medio de un cierto distanciamiento sino hartazgo de los ciudadanos hacia la clase política y que tuvo este fin de semana un primer brote de descontento de muchos jóvenes sin empleo que se manifestaron por las calles de cincuenta localidades atendiendo a la convocatoria realizada a través de las redes sociales bajo el lema: «democracia real ya».

Es cierto que la grave crisis económica que padecemos, cuya traducción mas dramática son esos casi cinco millones de parados, pesa como una losa en el panorama político y social. Y ante eso, sólo desgracias causadas por la naturaleza, como el terremoto sufrido en la localidad murciana de Lorca la pasada semana consigue impactar en las conciencias y mover a la generosidad y solidaridad con los afectados. O hechos de la gravedad política que supone que ETA pueda estar en las elecciones a través de la marca Bildu, por una decisión de claro matiz político adoptada por el Tribunal Constitucional.

La campaña de estas elecciones municipales y autonómicas se está viviendo en gran parte en clave nacional. Zapatero y Rajoy son los dos líderes políticos que acaparan la mayor parte de la atención de los medios de comunicación. El pri mero, porque aunque ya ha anunciado que se va, quiere minimizar hasta donde sea posible el castigo que la mayor parte de las encuestas aventuran al PSOE. El segundo, porque aunque el viento de esas encuestas sople a favor, sabe que si el próximo domingo no consigue una victoria clara y contundente en estos comicios, se reabrirá el debate sobre su capacidad de liderazgo para conducir al PP a la victoria en las elecciones generales próximas.

Es cierto que el próximo día 22 se eligen ayuntamientos y Parlamentos autonómicos, pero la delicada situación política, económica y social por la que atraviesa nuestro país hace que estas elecciones sean una antesala de las generales, que aunque Zapatero haya dicho que no tiene previsto adelantarlas, y por lo tanto tocaría celebrarlas en marzo del próximo año, dependerá del resultado que arrojen las urnas en la noche del domingo el que pueda mantener o no ese calendario. De momento, lo q ue es seguro es que el lunes 23 se abrirá el debate sucesorio en el PSOE, una cuestión no menor, que los socialistas, justo es reconocerlo, han sabido aparcar inteligentemente durante esta aburrida campaña electoral que toca a su fin.