editorial
Elecciones anticipadas, ¡ya!
Sin paliativos: las elecciones municipales y autonómicas han desembocado en un histórico descalabro socialista. Los datos son contundentes: el PP obtiene el 37,54% y el PSOE, 27,81%. Una diferencia que ronda los 10 puntos. Ya en las elecciones del 2007 el PP había sumado 125.000 votos más que los socialistas en la que fue la primera victoria popular de la era Zapatero pero las diferencias son ahora abrumadoras: el PP ha acaparado 2,2 millones de votos más que el PSOE.
Los votantes han hecho pagar muy caro al PSOE la gestión de la crisis así como las insoportables cifras del desempleo. Se ha puesto también de relieve que, pese a que la participación no se ha visto apenas alterada, el PSOE ha sido el principal perjudicado por la irrupción, a última hora, del `ejército´ de los descontentos, expresión de un malestar colectivo del que procede buena parte de la abstención y de ese voto protesta, -canalizado a través del voto en blanco y del voto nulo- que ha alcanzado índices inéditos y que ha trastocado muchos esquemas.
También han cambiado muchas cosas en el País Vasco, donde Bildu ha obtenido un éxito incontestable siendo los resultados de San Sebastián especialmente demoledores: con 8 concejales, ha ganado la capital guipuzcoana que ha gobernado en los últimos 20 años el PSE/EE de Odón Elorza, que se queda como segunda fuerza.
Los resultados electorales son, en fin, tan abrumadores que sólo cabe una salida: la convocatoria de elecciones anticipadas. Zapatero tuvo anoche en su mano la posibilidad de dar ese paso pero no lo hizo. Demuestra así un empecinamiento que le aleja de la realidad. El presidente se equivoca. Este país no puede estar por más tiempo en esta situación de interinidad.