PANORAMA
Pretendientes
P atxi López insiste, pese a la llamada «al orden» de Zapatero: lo mejor es convocar el Congreso del PSOE para elegir un líder «que cuente con todo el respaldo» del partido en vez de liarse a trotazos por los restos del naufragio entre ellos en unas Primarias. Primera conclusión, después del 22-M la autoridad de Zapatero se ya no es la que era ante los ciudadanos, sigue siendo el presidente legítimo del gobierno pero con la credibilidad laminada me temo que de manera tan irrecuperable como le recordó ayer Rajoy, y tampoco pincha ni corta ya gran cosa por lo que estamos viendo entre sus propios compañeros. Quienes antes no osaban chistarle, los del «oigo y obedezco», ahora le retan en ruedas de prensa explosivas sin siquiera advertirle por teléfono.
El otro barón socialista con posible mando en plaza si así lo quiere IU, el extremeño Fernández Vara, piensa y dice lo mismo que el lehendakari. Su explicación a mi me parece razonable, el espectáculo de los socialistas enzarzados en unas Primarias tras el severo varapalo que acaban de sufrir en las urnas «no lo entendería nadie». Pero no es la razón lo que manda en la hora más triste del PSOE de Zapatero sino la táctica, las maniobras por la sucesión. Hasta este sábado no sabremos si optan formalmente al puesto Chacón y Rubalcaba pero los movimientos de sus peones indican que sí, y como de aquí al sábado nos vamos a hartar de oír hablar de esto, se lo resumo. El Congreso, del que saldría un único nuevo líder con su nuevo equipo y su nuevo prog rama, sin pelea previa entre varios gallos y/o gallinas, favorecería al vicepresidente primero, mientras que las Primarias, que permiten optar al cargo a cualquier militante que se presente, serían la única oportunidad de jugar ahora sus cartas de la ministra de Defensa. En esta clave hay que entender los alegatos de sus respetivos patrocinadores, los de él por el Congreso, y por las Primarias los de ella.
¿Y podría haber más? Aunque parezca increíble dado el «marrón» de la herencia, sí. Hay una solución de compromiso, me cuentan, que permitiría a Zapatero darse el gustillo de cumplir los Estatutos del PSOE, que ordenan hacer Primarias, y evitaría a los socialistas el lío de tener que elegir entre varios compañeros: un «pasteleo» previo para que solo se presente a las Primarias un candidato (¿adivinan quien? Bingo, sí, Rubalcaba, claro) Ventajas, no ha bría que echar ahora a Zapatero y a su equipo de la dirección del PSOE, lo que dejaría no ya «cojo» sino «laqueado» al pato presidencial, sin más opción que adelantar las elecciones. Inconvenientes, que Chacón no quiere y aunque quisiera no se puede descartar que saltase en el último minuto a la pista alguno de los pretendientes que esperan su oportunidad tras la cortina