Cerrar
Publicado por
MARGARITA TORRES
León

Creado:

Actualizado:

Después de la resaca electoral retorna León a la calma, con mayor o menor oleaje según la playa por donde caminen los pasos políticos. Algunos dejan huella, o la han dejado. Otros, en cambio, verán al volver el rostro que el viento borra hasta el último vestigio de la peregrina fama que ellos mismos se forjaron. Atrás quedarán momentos buenos, malos, excelsos, vulgares. Para el futuro se reserva un libro de páginas en blanco por llenar. Los meses, el tiempo, escribirán en sus hojas. Ya tendremos ocasión para leerlas. Porque si algo caracteriza a un leonés es su amor hacia la cultura, en todas sus formas y expresiones. Fundamentalmente su pasión por la lectura, ya prosa, ya poesía. Basta un rápido repaso a los nombres que por propios méritos ocupan lugar en la Academia de la Lengua, entre los premiados del Nadal, o ese Nobel que llamamos Cervantes.

La propia Universidad de León tiene mucho que decir, no poco que mostrar y, sin duda, un prometedor presente que augura fructíferos momentos, pues en fechas recientes se falló el I Premio de Poesía por ella organizado y que recayó en el prestigioso Jaime Siles, levantino de reconocidísimo prestigio al que sobra presentar, que se reconoce admirador de creadores leoneses y de la propia ciudad, cuya calidad literaria nace hija de su aire y de su luz. Hermosas palabras en sus labios, pero que responden a una realidad evidente: León bien puede alzar con fuerza la cabeza en este panorama nacional. Como en otros. Horas extra, se titula la creación de Jaime Siles. Una obra original en factura limitada, pues se ha preparado con tinta especial elaborada con agua traída desde su Valencia y mezclada con agua de nuestro León. Una joya que se presentará en sociedad durante la Cena Literaria del próximo 9 de junio organizada por nuestra Alma Mater, abierta a la sociedad.

No abundan las universidades que quieran, sepan, o puedan, fomentar este tipo de actuaciones. En el caso de esta peculiar patria nuestra, bien podríamos apostar a que detrás de cada leonés se esconde un lector empedernido. Tal vez sea la luz, como afirma Siles, o el aire recio que curte o mata. Quizás la herencia de esos maestros de pueblo que desafiaron a su tiempo para sembrar en sus alumnos curiosidad, criterio y ambición de saber. Juicio y cultura, en último extremo.

«Nada hay en mí, sino esos horizontes / Que alguien dormido contempla desde un mar: / Desde otro mar, que acaso ya no existe», reconoce Siles en uno de sus poemas: Ritornello . Ojalá pudiéramos, pisando sobre sus huellas magistrales, modelar sus palabras para esculpirlas leonesas. Gracias a esta iniciativa de la Universidad de León en la historia de este gran autor quedará su paso por nuestra tierra grabado para siempre. León es, sin duda, ciudad literaria.

Cargando contenidos...