Sobrecalentamiento en el socialismo leonés

Afrontan hoy los socialistas leoneses una reunión de la ejecutiva provincial subida de temperatura por las heridas abiertas en la vieja guardia cuando la actual dirección asumió el control del partido. Heridas que no han parado de sangrar desde que hace una semana se conocieron los desastrosos resultados del 22-M. Sólo esa vieja guardia, alcaldes con muchos mandatos a sus espaldas y marginados por la dirección provincial, consiguieron mantener en pie las columnas que ahora sustenta las ruinas del PSOE leonés, una suntuosa construcción hace cuatro años.

La revuelta iniciada en el Bierzo es sólo el reflejo de un descontento generalizado entre la militancia pretendidamente ignorado también desde la dirección, que había hecho sus cábalas para perpetuarse incluso si, como es posible, su máximo responsable, Francisco Fernández, secretario general y alcalde de León, concretase el amago de retirada de una y otra responsabilidad insinuado desde días atrás: «No descarto nada», dijo en Ferraz. Lo que está claro es que no le faltarán reproches, haga lo que haga.

Manejan los críticos argumentos objetivos, como la pérdida de 25.000 votos -"12.000 en la capital-", pese al evidente esfuerzo inversor del Gobierno, y otros subjetivos, la supuesta soberbia de la dirección provincial. Hoy es su día.