Una buena idea si tiene un buen final
La Universidad de León presentó ayer el Plan de Movilidad con el que pretende cumplir en un plazo de cuatro años el Programa de Sostenibilidad y Calidad Ambiental avalado por organismos oficiales. Los objetivos son claros, tanto como racionales. La situación de partida es que el 53% de los 14.000 integrantes de la comunidad universitaria se desplazan diariamente al campus en automóvil y sólo el 6% lo hacen en bicicleta, y lo que se pretende es que se esos porcentajes se ajusten en el 40% y 9%, respectivamente, en el 2015. Se trata, en fin, de optimizar el gasto energético y reducir los impactos ambientales, favoreciendo, a través de la creación de una aplicación al respecto, la posibilidad de compartir coche y haciendo un uso más eficiente del transporte público, en colaboración con los planes municipales. Pero sobre todo lo que se pretende, y así se viene haciendo ya a través de la Oficina Verde, es fomentar el uso de la bicicleta a partir de la apertura de un servicio de préstamo y la habilitación de un aparcamiento de cuatrocientas plazas. La idea ajusta como un guante con la inversión realizada en todo el área metropolitana para la apertura de carriles bici. Y estamos ante un público objetivamente favorable. Será una prueba de fuego para los jóvenes, pero también para las administraciones.