Mano dura en el socialismo leonés
«En el PSOE nadie es más que nadie». Con esa afirmación de catálogo ratificaba el secretario provincial de los socialistas, Francisco Fernández, la postura de la dirección del partido respecto a la rebelión -”y la victoria-” protagonizada en el Bierzo por significados y significativos alcaldes contra la candidatura oficial al Consejo Comarcal. Apela Fernández a los estatutos internos del partido y avisa que los aplicarán «hasta el final» y en «todas las situaciones». Es el mismo aviso para navegantes que veinticuatro horas antes había adelantado el secretario de Organización, Ibán García del Blanco, a la vista de que otros alcaldes y destacados militantes socialistas podrían adherirse al sector crítico del Bierzo -”lo hizo expresamente el alcalde de Camponaraya-”, capitalizado por los alcaldes de Cubillos y Arganza y el ex regidor de Cacabelos, y optasen por presentar también listas alternativas por la representación en a la Diputación. No se había tragado ese sapo Fernández cuando otro llamaba a su puerta: dos alcaldesas y varias concejalas del Bierzo y Laciana piden directamente a Ferraz que haga aplicar al PSOE leonés los criterios de paridad. Y a todo esto dice Fernández que la revuelta berciana no esa competencia de Valladolid ni de Madrid. Pero la preocupación por lo que ocurre sí.