EDITORIAL
Gregorio Chamorro, víctima de su minoría
Trece días. Eso es lo que le ha durado al alcalde de San Andrés, Gregorio Chamorro, su intención de recortar la práctica totalidad de las dedicaciones exclusivas y todos los cargos de confianza del primero ayuntamiento del alfoz. La intención era buena y loable, pero Chamorro no supo calibrar sus fuerzas en el conssitorio del tercer municipio de la provincia. Al regidor popular le ha pesado como una losa la hipoteca que supone tener el apoyo de dos grupos minoritarios, aunque no mediante un pacto de gobierno. El propio Emilio Gutiérrez, pese a tener una mayoría absoluta casi aplastante en León, negoció con los grupos de la oposición el reparto de los sueldos y del personal de confianza. Pero Gregorio Chamorro no supo medir sus fuerzas y pensó que el apoyo para la investidura era una carta blanca para cualquier decisión posterior.
Claro que en el pleno de ayer han quedado retratados todos los grupos políticos, salvo la representante de Izquierda Unida, Eloína Terrón, que ella sí ha sabido entender la situación de crisis actual y ha renunciado a su cargo de confianza.
Chamorro ha sido víctima de su propia minoría. Una minoría que a las primeras de cambio le ha marcado el camino que tendrá que seguir en el futuro.