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León

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Doscientos personas, entre nuevos alumnos y profesionales, se han formado en la escuela de maquinistas de Renfe en León, una de las ocho que tiene en España. Constituyen la primera promoción del centro que tiene su sede en un edificio del Ildelfe en Eras de Renueva que se construyó para otros fines y que felizmente acabó teniendo utilidad práctica. Tiene dos cabinas de última generación que recrean virtualmente escenarios reales y posibles contratiempos bajo el control de un supervisor, que asiste a los alumnos desde otro ordenador. El ciclo formativo es de 1.150 horas. Renfe cuenta con una plantilla de 4.500 maquinistas y necesita más personal para atender las exigencias de la alta velocidad. En el mismo centro se forman también los maquinistas de Feve y los doce primeros del futuro tranvía urbano de León.

Ocurre justamente una semana después de que Feve, que desarrolla un plan de integración ferroviaria que en dos años transformará el norte de la ciudad, firmase con Ecuador contratos por importe de 21 millones de euros para el suministro de trenes turísticos y servicios ferroviarios diversos. Y apenas tres más tarde de que la misma compañía presentase un programa de desarrollo, en colaboración con la Universidad de León, para hacer realidad el primer tren eléctrico alimentado con energía solar y de probable aplicación en algunos de los trayectos turístico de la provincia.

Mientras tanto avanzan las obras para la construcción entre la nueva estación y el futuro Palacio de Congresos del Centro de Regulación y Control (CRC) del tráfico ferroviario de la alta velocidad en el cuadrante noroeste del país, más de 1.600 kilómetros del entramado del AVE en España. Y se define el futuro de los viejos talleres de Renfe, que emplean a más de un centenar de trabajadores y que deberán tener una nueva ubicación en el entorno de la gran plataforma logística de Torneros cuando se completa la ordenación ferroviaria que provocará la llegada del AVE en año y medio. Recupera León su consideración de enclave ferroviario del noroeste, por supuesto, pero también abre una nueva vía a la investigación, el desarrollo y el empleo.