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camino gallego
León

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C on todo lo que había hablado el anterior equipo de gobierno municipal sobre que iba a hacer paseable la muralla de León, me esperaba otra cosa cuando en la mañana del pasado domingo subí las escaleras que llevan al tramo de muralla que se ha abierto al público desde el jardín Romántico del Cid. El tramo apenas tiene 50 metros y para eso no entiendo que se haya dado tanto bombo al tema, porque además lo que puede verse desde allí no es mucho, ya que este tramo no tiene tanta altura como el de la carretera de los Cubos o la calle Carreras... Tampoco me parece que los materiales empleados sean los más adecuados para estar a la intemperie en esta ciudad, pues la madera no va a durar mucho, pero ya se sabe que ahora priman los materiales que se degradan pronto y así hay que volver a colocarlos, con lo que eso supone de más trabajo y más dinero para quien lo construye, porque cada cierto tiempo hay que dedicar presupuesto a esos menesteres. Vamos, que si los romanos o las gentes medievales hubieran hecho lo mismo con los materiales no tendríamos ahora ni una mala ruina que llevarnos al plano turístico.

Se dio también importancia a que esa muralla servía de mirador y es que no deja de ser curioso que en toda la ciudad no haya un solo sitio alto desde el que poder contemplar la urbe. No se trata de que haya una Giralda o un Miguelete, pero alguna torre de la Catedral, de San Marcelo o de San Isidoro podía hacerse visitable para ver la ciudad desde allí. Esos sí serían buenos miradores y merecería la pena restaurarlos para poder utilizarlos como tales, y no ese tramo de muralla que mucho me temo esté destrozado antes de que se abran los restantes y más interesantes muros.

Es enorme la tarea que tienen por delante los miembros de la nueva corporación para dejar la ciudad lista para ser visitada sin que nos dé vergüenza a los leoneses. Por ejemplo hay una jardinera al principio de la calle Ancha desde Botines que no tiene una sola planta, sino cientos de colillas que tapan por completo la tierra. Semejante estercolero pueden contemplarlo todos los turistas que suben y bajan por tan transitada calle. Y quiero aprovechar para pedir a los gestores de Poridad que vigilen para que las zonas peatonales sean para los peatones y que sólo pasen los coches que tienen que hacerlo y no como hasta ahora que se colaba cualquiera, y así podremos subir la calle Ancha sin sobresaltos.