Montaña de León

S e lo están llevando crudo. Sí. Los políticos. Pero además, los recursos de esta tierra emparedada entre el muro de la Cantábrica y la meseta, que parece zona colonial. En el último siglo ni los electos por la circunscripción han movido un dedo, ni letra, ni coma, para poner en la ley coto al saqueo. Si van a Sahagún a pasar una tarde de verano y llevan tiempo de más, acérquense a Galleguillos de Campos de un paseo y se asoman al río inventado por la CHD, González-Aznar-PSOE-PP, para ver cómo corre la savia sin dejar provecho en el páramo anterior, el que se puso de testaferro para la última atrocidad cometida por el Estado en la provincia. El engaño corre con el agua hacia el este.

No es una excepción. En el ánimo de explotar se han declarado las jornadas de todo el monte es orégano. La mitad norte de la provincia sujeta la producción de miel de media España. Hay manga ancha. Llega un tipo con colmenas, monta la tienda en junio, regresa en septiembre, recoge los timbales y con ellos la producción, y en invierno se puede comprar un producto que tiene todo de León menos la etiqueta. De risa. Cunde tanto el ejemplo que en algunos lugares de este territorio invadido se han suspendido los paseos estivales, las rutas del colesterol y la entrega vacacional al crepúsculo por la proliferación de colmenares dados en llamar trashumantes, colocados al libre albedrío y a gusto del que las transporta con la pasividad incomprensible de Medio Ambiente, tan fogoso en cambio para meter en vereda a los lugareños. Corren en busca del brezo y la brezina, de las flores que por debajo de estas latitudes escasean, según explican los viajados.

Es la paradoja de este León exportador y colonizado, donde se puede dar buey de Armenia en lugar de buey de cerca de Cistierna, que parece lo mismo pero no es igual. Este León natural que vive en torno a la montaña, donde las últimas medidas de desarrollo que llegaron se limitaron a la construcción de presas y el vaciado de pueblos y valles. Este León que en verano redescubre el paraíso se encuentra desvalido para proteger el tesoro que tiene en sentido norte. Montañas de León, curiosamente el mismo nombre que dieron unos aguerridos leoneses a una cooperativa de producción cárnica que es paradigma de explotar recursos endógenos. Pero no como los jetas de las colmenas. No. Montañas de León para salvar al hombre.