Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Las explotaciones agrarias se han reducido más de un 65% en la provincia de León desde el año 1999. Según los datos del INE, la provincia contaba entonces con cerca de 42.000 explotaciones censadas. Al cierre del 2009 y según el último dato disponible avalado por el INE apenas quedan 14.700. Lo mismo ocurre con el número de titulares, que pasaron de más de 40.000 a apenas 14.000. No sorprende el dato a las organizaciones agrarias, que además hacen una corrección severa sobre los cálculos oficiales: ni siquiera esa cifra de 14.000 propietarios se ajusta a la realidad y advierten de que no son más de 8.000 los agricultores profesionales que cotizan como tal, es decir, cuatro veces menos que hace diez años.

La falta de relevo generacional por falta de alicientes en el campo y el abandono de la actividad por parte de unos cuatrocientos agricultores cada año, los que se jubilan, están detrás de ese alarmante desplome. Pero hay más razones que en términos generales vienen a concretarse en la idea de que no se ha hecho una apuesta firme por parte de las administraciones en favor de los profesionales que se dedican de manera completa al campo y sin embargo se diluyen las subvenciones entre quienes que no lo tienen como actividad principal.

Reiteradamente han denunciado las organizaciones agrarias que el 40% de las ayudas provenientes de la Política Agraria Común (PAC) se escapan por esa vía, como consecuencia de unos censos imprecisos y de la falta de control sobre la actividad. Y, peor aún, esa situación ha deteriorado gravemente la imagen del agricultor, frecuentemente asociado a la idea de los cazasubvenciones y rentistas sin escrúpulos. Tienen los sindicatos agrarios la convicción de que al menos estas cifras, aunque imprecisas, resultarán claves para ordenar las ayudas que concederá Bruselas en los próximos meses. Es preciso que el rigor depure esas cifras y las que ayudas lleguen a quienes tienen en el campo su vida y les permita mejorar sus recursos, claro, pero sobre todo su formación como agricultores. Más que mantener una actividad y un cierto nivel de producción lo que nos jugamos en ello es la despoblación rural.