editorial
Antibióticos, preguntas y respuestas
Constituida como sociedad en 1949 y convertida en símbolo del desarrollo industrial de León, Antibióticos pasa por uno de los peores momentos de su historia: casi con toda seguridad el próximo lunes la dirección de la empresa comunicará a los trabajadores que dejará de producir penicilina tras 59 años de actividad. Es decir, dejará de hacer aquello para lo que nació y por lo que fue referencia internacional. De aquellos años de gloria de los Juan Abelló, Mario Conde, etcétera, sólo queda la memoria. En los años ochenta la adquirió Montedison y bajo la posterior tutela de otra compañía italiana, Sir Fidia, escribió su historia más negra hasta su adquisición por Enerthi. Los sucesivos incumplimientos de los planes industriales pactados al amparo de generosísimas aportaciones por parte de las administraciones en forma de subvenciones ha sido una constante en el guión del diario escrito de la compañía que veía reducida su plantilla a 280 trabajadores mientras los directivos contaban una cosa y al día siguiente la contraria, mentiras sobre medias verdades que no han evitado la reducción a casi nada de la actividad productiva. El lunes los trabajadores preguntarán por su futuro, pero la empresa también debería responder a las administraciones por su pasado más reciente. ¿Cómo es posible tanta tomadura de pelo?