TRIBUNA
Carta abierta al alcalde de Posada
Señor alcalde: debido a problemas familiares que me han impedido prestarle la atención que usted se merece, no he podido responder a las graves acusaciones que ha vertido sobre mí recientemente. Por no poder contestar a sus últimos artículos de prensa, ha dado la impresión de que yo no sé respetar ni a la alcaldía, ni al Ayuntamiento, ni siquiera a sus trabajadores. Le comento: llevo dieciséis años en el Ayuntamiento y conozco perfectamente su funcionamiento. Nunca le he faltado al respeto a nadie en todos estos años, muchísimo menos a ningún trabajador, ni como concejal ni como alcalde. Han podido gustar más o menos mis palabras, pero nunca se me ha acusado de faltar al respeto a nadie, y usted miente cuando lo hace.
En las últimas semanas he pasado por las oficinas municipales tres días, ninguno de ellos he entrado en la alcaldía, primero porque nunca ha sido mi intención y segundo porque la alcaldía ha estado cerrada bajo llave desde el día de su toma de posesión y no han podido acceder a ella ni los servicios de limpieza, dado que, según me han confirmado, se han cambiado todas las cerraduras. Le puedo asegurar que en los dieciséis años que llevo en este Ayuntamiento, es la primera vez que veo una cosa así, ¿Qué es lo que quiere ocultar, señor alcalde?
Efectivamente, el lunes siguiente a su toma de posesión, yo estuve en las oficinas municipales, pero en ningún caso solo, ni en la alcaldía. Estuve en las oficinas del Registro General y con la secretaria, quien le podrá confirmar que tratábamos de encontrar un documento en el libro de Resoluciones de Alcaldía dictadas por mí. Espero que a estas alturas sepa que esos documentos son públicos, una vez han sido firmados, y los servicios administrativos están obligados a facilitar esa documentación sin necesidad de autorización expresa del señor alcalde.
El segundo día, fue para consultar los libros de registro, tal y como usted me había autorizado por resolución, previa solicitud mía, para comprobar qué documento había sido registrado el día de su toma de posesión (un sábado, día en que las oficinas del registro siempre están cerradas). En esta ocasión, usted había dado órdenes a los trabajadores para que se me negara el acceso a la oficina del Registro General y a la Secretaría pretendiendo que consultara estos documentos en el mostrador de atención al público. Dado que los libros de Registro no deben abandonar nunca las oficinas del Registro, yo me negué a consultarlos de esa manera y solicité esas instrucciones por escrito, consultándolos en su lugar habitual y en presencia siempre del personal. Eso fue interpretado por usted como una desobediencia a sus órdenes, e inmediatamente solicitó la presencia de la Guardia Civil para desalojarme de las oficinas municipales. Le aseguro que en todos estos años tampoco he visto nunca actuaciones similares de desalojo de un concejal del Ayuntamiento que cumple con
su trabajo sin formar altercados, otra vez miente cuando me acusa expresamente de ello.
Mi tercera y última visita ha sido para comprobar que usted sólo está preocupado por legalizar la obra que ha ejecutado sin licencia municipal. Para ello, ha nombrado, por Decreto, Teniente de Alcalde a uno de sus concejales e instructor del expediente a otro de ellos y ha cambiado el titular de la solicitud de obra que usted había realizado, cuando le fue iniciado el expediente por infracción urbanística, dos veces: primero se solicita a nombre de su hermano (documento del sábado día 11) y después se solicita a nombre de Queserías Picos de Europa. Este es el verdadero motivo de su tremendo enfado, que le hace perder los papeles hasta el punto de tratar de desalojar del Ayuntamiento a un concejal que está cumpliendo con su trabajo, de limitar el horario para la consulta de la documentación por los concejales de diez a once de la mañana, de prohibir el acceso a los concejales a las oficinas de la Secretaría y al Registro General, ¿qué piensa que va a poder ocultar?
Lamentablemente usted está acostumbrado a estas actuaciones: en 1994 el Ayuntamiento le tiene que legalizar la reforma del tejado donde ahora se encuentra la fábrica del queso Valdeón, en el año 2002 el Ayuntamiento le inicia expediente de infracción urbanística a la obra de su casa en Prada y ahora usted está tratando, por todos los medios, de legalizar un expediente de infracción urbanística abierto por el Ayuntamiento antes de su toma de posesión. Usted que debería dar ejemplo, su única obsesión es saltarse todas las normas.
Señor alcalde, por ahora no voy a molestarme en demandarle judicialmente por estas actuaciones, porque me sobra con esa hora de consulta de documentos, pero no le puedo permitir que mienta impunemente. Todos los vecinos de este municipio saben que las obras expedientadas (y causantes de todo este problema) no tienen nada que ver con el proyecto de obra de su vecino y familiar con el cual pretende camuflarlas, lo único que usted está demostrando es que miente más que habla, al decir «que no ha hecho ninguna obra», «que me he metido en la alcaldía a revolver documentos» o «se pone en el medio y no deja que nadie haga nada», «que voy cada día con malas maneras y amenazando». Señor alcalde, yo nunca le he amenazado, ahora bien, si para usted el que yo cumpla con mi trabajo como concejal, revisando todo documento que entre o salga de esa entidad, es incordiar, le comunico que para eso estoy plenamente autorizado por prácticamente la mitad de los votantes del municipio de Posada de Valdeón.