Plan Rubalcaba: reformas de calado

Rubalcaba no está dispuesto a ser un líder efímero. Por eso ha manifestado que sus propuestas, que van a plasmarse en el programa electoral que surja de la conferencia política de septiembre, aspiran a mantener su vigencia al menos durante el próximo cuatrienio. Y, según los primeros indicios, el equipo del candidato y él mismo tienen intención de llevar a cabo una profunda revisión de los fundamentos ideológicos del partido.

De momento, se ha redactado un primer documento, Progresando con la izquierda , firmado por una veintena de personalidades socialistas encabezadas por Diego López Garrido -procedente de sectores ideológicos situados a la izquierda del PSOE-, que ha sido remitido a la responsable de la ponencia marco de la conferencia política, Cristina Narbona. En el texto se plantea la necesidad de movilizar a las bases, para lo cual cree necesario efectuar una propuesta electoral «nítidamente de izquierda», que «establezca el reencuentro con nuestro electorado sobre los principios de igualdad, redistribución de la riqueza, crecimiento y creación de empleo, profundización y apertura democrática». Expresamente, se insta a divergir de las tendencias ideológicas marcadas por Merkel, Sarkozy y Cameron.

El documento postula la total supresión de la energía nuclear en 2028 y, con el objetivo de incentivar el empleo, la creación de un Banco Español de Inversiones, de carácter público. El documento recoge algunas de las principales reivindicaciones hechas por los «indignados» del 15M: facilitar la transparencia de los poderes e instituciones públicas por medio de una ley de acceso libre a la información; presencia de los representantes de los consumidores en los consejos de administración de las grandes empresas; y la creación de una Agencia de Defensa del Consumidor de productos financieros.

Por otro lado, el documento aboga por una reforma de la ley electoral profunda que requerirá la modificación de la Constitución. Al respecto, y tal y como ya ha adelantado Rubalcaba, mencionan el modelo alemán con listas abiertas y reforma del Senado. La limitación a tres de los mandatos en todos los poderes públicos; la reducción del número de firmas para la Iniciativa Legislativa Popular hasta 100.000 (ahora está en 500.000); y una ley de financiación local como instrumento para controlar los planes urbanísticos y luchar contra la corrupción son otras de las propuestas abordadas.

Pero lo esencial que plantean estos dirigentes es la necesidad de una reforma fiscal progresiva. En este sentido piden recuperar el Impuesto de Patrimonio para las grandes fortunas y el de Sucesiones; suprimir o reestructurar deducciones del Impuesto de Sociedades; establecer en el IRPF la deducción de una parte de los gastos en servicios de autónomos; crear una tasa para la emisión de CO2; establecer un impuesto para la banca y una tasa para las transacciones financieras Algunas de estas propuestas ya han sido adelantadas por Rubalcaba.

Es claro que este primer avance del programa podrá, probablemente, movilizar y atraer a la izquierda irritada por el gran ajuste y por la consiguiente deriva gubernamental desde mayo de 2010; sin embargo, para atraer al núcleo más centrista y moderado del electorado, Rubalcaba necesitará modular y templar ese mensaje hasta lograr un equilibrio prudente, a la vez audaz para la familia socialista y digerible por una mayoría relevante de ciudadanos.