TRIBUNA
Destrozadores de nuestros ríos
Señores gestores de nuestros ríos: mi nombre seguro que les sonará de algo. Soy presidente de la Asociación de Criadores de Gallos de León, montador profesional de moscas, instructor de guías de pesca del proyecto Ninfa, coordinador de guías y turismo rural del citado proyecto, donde contamos en Castilla y León con 75 guías de pesca y cerca de 1.000 plazas de turismo rural en Tierras Sorianas de Cid, en Soria; Adeco Camino y Merindades, en Burgos; Adisac, la voz en Zamora; Montaña Palentina, en Palencia, y Cuatro Valles, Montaña de Riaño, Poeda y Adescas, en León. Soy coordinador del Encuentro Internacional Ninfa, donde cuando quieran se les puede entregar el dossier de estos cinco últimos años, en los que nos hemos gastado mas de 300.000 euros en promocionar nuestra tierra en Europa, y sin ayuda de ustedes, ya que han pescado en tramos libres y les hemos pagado la licencia donde después de estar invitado el viceconsejero y no dar señales de vida se atreve a decir el señor ingeniero que no sabían nada. Me parece una tomadura de pelo por su parte o una dejadez intolerable. Eso sí, para asociaciones privadas si se implica. Todos los años nos visitan muchos pescadores de fuera de nuestra comunidad y muchísimos extranjeros. Les ofrecemos nuestra calidad en turismo y gastronomía. Eso es todo, porque ellos vienen a pescar, pese a su mala gestión, ya que a ustedes los ríos les importan muy poco porque los tienen abandonados. Se han subvencionado las casas de turismo rural y algunos cursos de guías. ¿Me quieren explicar para qué?
Nosotros no pedimos privatizaciones, nos gastamos nuestro tiempo y dinero en enseñar a los más pequeños y a los discapacitados a pasar un día en la naturaleza para que se sientan como tienen que sentirse: capacitados. Enseñamos cómo debe tratarse la naturaleza, como deben de tratarse las truchas, porque el único requisito que se pide para pescar con nosotros es la pesca sin muerte, hacemos limpiezas de río y ayudamos a todos los que nos piden ayudas, vendemos nuestra tierra porque nos gusta y no queremos que muera. De eso ya se encargan ustedes con prohibiciones como el cebo, con tonterías de numero de anzuelos, vedando tramos que los únicos que los vigilan son los pescadores, haciendo caso a un consejo de pesca en el que no está representado el pescador ni los que de la pesca vivimos pagando nuestros impuestos. Eso sí, en el consejo de pesca están representados ingenieros y gente que nada o poco tiene que ver con el mundo de la pesca. Señores dirigentes de la pesca, cómo se nota que no son pescadores: un niño aprende a pescar con un corcho y un anzuelo pescando minitallas. Con su estupidez los niños no serán pescadores nunca. Soy abuelo y no podré enseñar a mis nietos a pescar por sus terquedades. Sacan truchas de los ríos con pesca eléctrica sólo por su ego ya que se creen dioses. Dejen a las truchas criar en los ríos y cierren de una vez la piscifactoría donde blanquean nuestras truchas. Porque, señores, las truchas son de todos ustedes. Lo único que tienen que hacer es vigilar y eso se hace con guardería. ¿Dónde tienen los agentes? El 99% de los pescadores nos tiramos años sin ver un guarda. Me da pena ver los furtivos campar a sus anchas sobre todo en los ríos naturales cuando se cierra la veda, arrasando los vedados esos donde hace muchos años alguna mente pensante dijo que aquí sobran los pescadores. Esto no me cuadra porque saben que se arrasan, saben dónde se comen, saben quiénes las pescan. ¿Qué hacen? Quizá participar en las comilonas, otra cosa no nos la explicamos. Su ocultismo con muestreos, sacas de truchas, nos hacen sospechar a los que vivimos del río el porqué nuestros ríos cada año se mueren más. La pesca sin muerte es una necesidad pero bien gestionada, la prueba de la pesca sin muerte la tienen en el coto de Valdepiélago, el primer coto sin muerte de León. Está arrasado y no por los pescadores, es lo malo de enseñar a los furtivos a pescar con corriente, eso es lo único que han enseñado en nuestra Comunidad. Como pescador profesional no reconozco al consejo de pesca al igual que casi todos los pescadores españoles.
A los señores de CHD, cuando el dinero sobra, hay que invertirlo en mejoras de los cauces y los márgenes, no en arrasar los cauces y destrozar los ríos. Las escolleras, en sus casas no en los ríos, la concesión de minicentrales en ríos de montaña donde se ha visto cuando están desembalsando miles de metros cúbicos en ríos de pantano. Pero tan difícil es comprender que con un canal paralelo al río se pueden construir cada cuatro kilómetros una minicentral y dejar el río con un caudal para que todos podamos vivir. Yo no se dónde han estudiado la carrera pero seguro que no a la orilla de un río. Sois los asesinos de nuestros ríos y de nuestra tierra.
Frezaderos naturales en presas de molinos, vigilancia en nuestros ríos, no a las repoblaciones, vigilancia en los abusos de aguas para regar choperas, los cormoranes que vienen cuando más daño hacen a las frezas —la prueba la tienen en las cámaras que están en el centro de interpretación de Velilla, donde este año pasado hemos visto en directo como destrozaban un fregón impresionante—, que las truchas en la freza no se puede andar con la pila, que las depuradoras arranquen de una puñetera vez, que los que gobiernan sean coherentes y ganen el sueldo que todos pagamos y si no valen, a la calle. Señores, que los culpables no son los pescadores de cebo, son ustedes con su incapacidad y su desgana por lo que a muchos nos importa: los ríos y sus habitantes. Este es el malestar de muchos pescadores y el mío propio. ¡Quieren contar de una vez con nosotros!