Una nueva senda para el turismo

Será un observatorio privilegiado proyectado sobre los cien años de labor minera en el entorno, pero también del patrimonio industrial legado como consecuencia de esa actividad, que fue principal en otro tiempo y en la memoria cercana y que ahora alienta, ya desde la consideración de riqueza cultural, ciertas expectativas en torno al turismo, de un tiempo a esta parte vector de la nueva economía provincial. La novedad es que a esos dos ingredientes se suma ahora el aprovechamiento de un entorno natural único, perfectamente compatible con la herencia de esa actividad extractiva e industrial de otro tiempo. Compatible y emotivamente complementario.

El viernes de la próxima semana se presenta un modesto pero singular proyecto turístico del que este periódico adelanta hoy las claves: la Ruta de las Minas, que implica al Museo de la Siderurgia de Castilla y León, al Ayuntamiento de Sabero y al activo Club de Montaña Los Rejos bajo el impulso del Grupo de Acción Local Montaña de Riaño, es nada más —y nada menos— que una ruta de senderismo homologada que vincula —y esa viene a ser su diferenciación respecto a otras— la naturaleza y el testimonio de esa actividad minera e industrial en un recorrido de siete kilómetros y medio y una caminata ligera de apenas dos horas de duración. No había nada así en la provincia, rica en unas y otras posibilidades, o el menos lo había estructurado.

Partiendo de la plaza de Sabero, el caminante descubrirá paisajes naturales excepcionales en una de las zonas más bellas de la provincia y centros de actividad extractiva e industrial íntimamente ligados a la vida de la comarca —la mina Sucesiva, los altos hornos, la ermita de San Blas, el desmonte y el puente colgante de Alejico, la fuente de la Muela, etcétera—, pero sobre todo entenderá qué es y por qué todo lo que precede al Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero. La vinculación de ese proyecto a la oferta actual y futura de Feve en cuanto al transporte desde distintos puntos abre unos horizontes para el turismo —el más joven y dinámico— todavía no explotados en esa múltiple interpretación del ocio.