La construcción arrastra los ayuntamientos
Era sabido, pero no por eso es menos noticiable. Las licencias urbanísticas, esas que financiaron durante años las arcas de los ayuntamientos de la provincia, se han desplomado en los últimos cuatro años, los que van desde el 2007 —último sin crisis económica— y hasta hoy. El dato es demoledor y, por tanto, incontestable: en León capital, el número de licencias para construir viviendas han pasado de las 2.562 del 2007 a las 116 del último año. Un descenso que hace temblar las arcas municipales de León hasta ponerlas en jaque. Pero el caso de la capital no es ni el único ni el más significativo.
El frenazo de la construcción es igual en toda la provincia, pero en el caso de los municipios más pequeños, como Villaquilambre y San Andrés, que vivieron especialmente del boom de la burbuja inmobiliaria es aún más relevante. En el tercer municipio de la provincia en lo que va de año sólo se han presentado 9 licencias para iniciar la construcción de viviendas; hace cuatro años la cifra fue de 97. Y lo mismo se puede decir de Villaquilambre, que ha pasado de sellar 640 solicitudes de construcción de viviendas a sólo siete.
Son sólo datos, pero la frialdad de los mismos no puede dejar indiferentes a los responsables políticos. Los ayuntamientos necesitan financiación económica y ahora ya no pueden conseguirla a través de los beneficios que generaba la construcción, unos réditos que se ha visto eran pan para hoy y hambre para mañana. Los políticos no pueden mirar hacia otro lado buscando culpables, porque los únicos responsables son aquellos que jugaron con la especulación urbanística y León es el mejor ejemplo, con la continúa venta de terreno público para ingresar dinero en las maltrechas arcas municipales. Eso ya se ha acabado y lo que es peor no va a regresar en muchos años y, aunque regrese, lo hará de un modo más controlado, por el interés de todos. Llegó la hora de tomar decisiones y de afrontar, de una vez por todas, la solución al grave problema financiero que tienen los municipios. Unos ayuntamientos que se están viendo arrastrados por el desplome de la construcción.