Lágrimas por el cachalote sin nombre

Llegó agonizante a la playa de Zarautz recién estrenado el día y allí se quedó. Allí dejó sus casi 15 metros y sus 30 toneladas. Dicen que el joven cachalote sin nombre tenía neumonía. Sobre la arena, decenas de chavales lloraron su muerte y otras decenas de curiosos velaron la operación de traslado, con remolcador incluido. Será enterrado durante cinco años y su esqueleto se exhibirá luego en el aquarium.