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Publicado por
cayetano gonzález
León

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¿Sería posible un acto en España en homenaje a las víctimas del atentado terrorista del 11—M en el que estuvieran juntos el actual Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y quien ocupaba ese puesto cuando se cometió el atentado, José María Aznar? ¿Sería posible en España un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo de ETA en el que estuvieran juntos todas las Instituciones, todos los partidos políticos y donde los verdaderos protagonistas fueran las víctimas? ¿Sería posible en España un homenaje a quienes han sufrido la lacra del terrorismo que estuviera presidido por la bandera de nuestra nación? Me temo que cualquiera de los tres interrogantes anteriormente planteados no tienen una respuesta claramente afirmativa; mas bien los hechos demuestran todo lo contrario.

Esta es la gran lección que ha vuelto a dar el pueblo americano a todo el mundo, con ocasión del décimo aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y contra el edificio del Pentágono en Washington. Ver a Barack Obama y a George Bush juntos en la «zona cero» rindiendo homenaje a las 2.997 víctimas mortales del 11—S. Ver como inmensas banderas de Estados Unidos colgaban de los edificios; ver como los familiares de las víctimas de aquel brutal atentado terrorista eran los verdaderos protagonistas de la conmemoración no deja de producir una sana envidia si lo comparamos con lo que ha sucedido con demasiada frecuencia en nuestro País.

De lo bueno que hacen los demás es aconsejable tomar nota. Estados Unidos sufrió el 11—S del 2001 el mayor ataque terrorista de la historia. Un atentado que conmocionó al mundo y que cambió el rumbo de la historia reciente. Pero en España también sabemos mucho de lo que es la sinrazón del terrorismo. Llevamos sufriendo cincuenta años la existencia de un terrorismo constante y continuo, el de ETA, que se ha cobrado 857 vidas humanas, todas inocentes. Y por si esto no hubiera sido suficiente, el 11 de marzo de 2004 nuestro País sufrió otro ataque terrorista —cuya autoría intelectual no aclaró el juicio que se llevó a cabo— que costó la vida a 192 personas que viajaban en los trenes de cercanías que se dirigían a la estación madrileña de Atocha.

Una sociedad que se precie no puede ni debe olvidar a sus muertos y con mas motivo, a aquellos que han sido asesinados por ser ciudadanos libres de un País libre. Las víctimas de ETA lo han sido por ser españoles. Los asesinados por Al Qaeda en Nueva York y Washington, por ser americanos. Tanto en España, como en Estados Unidos, como en cualquier País del mundo que haya sufrido la sinrazón del terrorismo se debe olvidar lo inolvidable. Las víctimas del terrorismo siempre estarán en nuestro recuerdo y si lo hacemos unidos y sin divisiones, mucho mejor.