Un reproche injusto y fuera de contexto

Elevar a alcance social la rabieta por una disputa política interna de partido suele ser peligroso, un arma arrojadiza con efecto retorno. El ex alcalde de León, Francisco Fernández, dejó caer, y no lo hizo por casualidad, que el retraso en la reforma del hostal de San Marcos, un proyecto de gran magnitud que supone 42 millones de euros de inversión, podría ser la consecuencia de una supuesta desatención al asunto por parte del presidente de Paradores, «quizá más preocupado de otros compromisos», dijo. Los «compromisos» a los que se refiere Fernández son el posicionamiento de Miguel Martínez junto a los críticos del PSOE en las batallas por la representación en la Diputación y las candidaturas del 20-N. Se trata, pues, de un reproche injusto y fuera de contexto por parte de quien también se puso en las fotos y sacó pecho por un proyecto inevitablemente congelado por la situación económica. Fue el propio Zapatero el primero en justificarlo y argumentarlo y eso debería tenerlo en cuenta Fernández, quien anuncia que hablará con el ministro de Industria para darle un impulso. Es digna de elogio esa actitud reivindicativa del secretario provincial del PSOE, que además debe exigirle el desbloqueo de 49 millones de los planes mineros. Y al de Fomento que termine el acceso sur y la autovía a Valladolid.