Un año después, el carbón sigue en el alero

La segunda Marcha Negra se inició en Villablino hace ahora un año. 200 mineros emprendieron su camino hacia León, dispuestos a no parar hasta Madrid, para exigir entonces la puesta en marcha del Real Decreto del Carbón que garantizara las ayudas al sector hasta el 2018. Los mineros caminaron, hicieron huelga de hambre y se encerraron en los pozos para hacer ver, a los políticos de uno y otro lado, la necesidad de permanecer unidos por un único fin: defender el futuro del sector dentro del mix energético europeo y nacional. Ahora, un año después, esos mismos mineros que se echaron a las carreteras de la provincia están desesperanzados y entienden que esta II Marcha Negra «no sirvió para nada». Y no les falta razón.

La situación del sector del carbón es aún más complicada de lo que lo era hace ahora un año. El Gobierno pretende inciciar el recorte de las ayudas desde el próximo año y no en el 2013, como estaba previsto en ese Real Decreto que se aprobó en Bruselas. Si a esto se añade que las prejubilaciones no se están cumpliendo y los proyectos del Plan del Carbón están bloqueados o, lo que es peor, están siendo eliminados, puede concluirse que el panorama del carbón leonés es hoy más negro que hace doce meses y su futuro sigue en el alero.