Gestión municipal, un cambio necesario
Cacabelos encendió la mecha y quizá también hizo tomar conciencia a la ciudadanía de la magnitud de un problema que no es particular sino general y que el alcalde escenificó en su dramática comparecencia ante los medios para pedir auxilio a las administraciones y a los bancos ante la situación de quiebra de un Ayuntamiento que acumula 2,7 millones de euros sólo en deuda financiera. Al hilo de esa noticia se conocía que la deuda real de los diez primeros municipios de la provincia suma 566 millones de euros, con León, Ponferrada, San Andrés, Villaquilambre y Villablino en las situaciones más complicadas. Al carro de las dificultades se subía esta misma semana La Bañeza, con 2,3 millones de euros de déficit en el remanente de tesorería del 2010 y una situación que Intervención juzga de «preocupante».
A otras dificultades como la paralización de la gestión y la suspensión del último pleno por falta de secretario, Valderas acumula dos meses de deuda del salario a veinticinco trabajadores mientras Iberdrola amenaza con cortar el suministro eléctrico a sus instalaciones municipales a partir del próximo martes. Más allá del necesario debate sobre la concentración de municipios, algo tiene que cambiar en la gestión municipal. En su desarrollo, pero también en su idea.