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León

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Reflexiones sobre la emigración

El martes 11 de octubre fue uno de esos días en los que uno se queda reflexionando sobre la frase o refrán siguiente: «No ames a quién amó, ni sirvas a quién sirvió».

Después de oír las palabras pronunciadas por nuestro presidente del Gobierno de España en la inauguración del Instituto Confucio de la ULE, en las que decía que en la virtud no importa la cantidad sino la generosidad, que el acogimiento reside en el espíritu, que los leoneses somos dinámicos y abiertos, fruto de las migraciones y las diásporas que ha sufrido, que somos hospitalarios y que siguiendo una máxima de Confucio: «donde quieras que vayas, ve con todo, y lleva al lado el corazón. Ten la cabeza fría, el corazón caliente, y la mano siempre dispuesta a ayudar», y luego a la noche, en la presentación de los libros de tres autores argentinos, César Tamborini, César Tezza y Jaime Correa con sus obras: Pasión y muerte de Nuestro Señor de la Pampa (histórico); En tus ojos mis sueños (poético musical) y Argentina en el alma, España en el corazón , respectivamente, este último nos hizo una reflexión sobre la emigración de ambos países y los lazos que los unen por ese aspecto. Sus palabras nos hicieron aflorar las lágrimas a nuestros ojos y que cada gota, que en nuestras mejillas caía, fueran un cúmulo del sudor y esfuerzo de esos hombres y mujeres al tener que partir de sus tierras, en busca de sustento, de los recuerdos de sus tierras, de sus vivencias sin perder sus lazos con sus raíces, añorando el volver algún día, pero sin olvidar la tierra que los acogió. Bellas palabras, inmensos los sueños que nos recordó en sus poéticas estrofas y cantos, entre tangos y milongas, con sentimientos de tristeza pero también de felicidad por la acogida que tuvieron en España. También me vino a la memoria los versos de la gran poetisa gallega Rosalía de Castro: «Adios rios, adios fontes, adios regatos pequenos, non sei cando nos veremos, deixo o mundo que coñozco por unho que non vin...» pero no quiero acabar como los acabo ella: «Adios pra sempre, adios...» sino hasta cuando quieras amigo mío.

Ángel Santiago Martínez Freire. VEGUELLINA DE ÓRBIGO

 

El incendio de Toreno

Desgraciadamente hace unos días se producía un incendio en el municipio de Toreno, en el que aparecieron hasta cinco focos diferentes entre Valdelaloba, Pradilla y el límite de Cabañinas. Doy por supuesto, según los indicios, que ha sido provocado.

Me duele que a día de hoy haya personas a las cuales les importe poco el daño que puedan hacer a nuestros bosques. Personalmente fui testigo de muchos incendios, ya que en la campaña de incendios de 1985 y 1986 fui brigadista de Icona, en extinción de incendios. Sé el resultado después de un incendio y lo que tarda en cambiar de color el monte.

En aquella época las brigadas trabajábamos de noche también, no teníamos apenas medios técnicos como en la actualidad y trabajábamos hasta 20 horas seguidas apagando fuegos, y por ejemplo, puedo decir que en el verano del 85, si no me equivoco, en la provincia de León hubo una media de 11 incendios diarios y esa media fue sacada de tres meses.

La peor experiencia que tuve fue cuando ardió el pueblo de Langre. Ardieron hasta 20 casas. Fui testigo de aquel incendio y es desesperante y conmovedor.

No sé si tienen conciencia de ello, pero quiero decirles a los pirómanos que no hay paisaje más triste que el de la tierra quemada, me duele como al que más ver el monte así; también decir que aquellos tópicos de que lo provocan los pastores, cazadores o maderistas creo que han pasado a la historia y prevalece lo de enfermos pirómanos o personas que disfrutan haciendo daño a los demás o a los bienes comunes.

Por último, decir al señor alcalde de Toreno, que comprendo su indignación, como nos ocurre a todos los demás, pero debería guardar algunas palabras malsonantes, ya que su condición política así se lo exige, y como decía la cita: Se puede decir lo que se piensa, pero pensando bien lo que se dice. Gracias.

 Antonio Arias Terrado. TORENO