PANORAMA
Gallardón salta a la ‘Champions’
Era el secreto de Polichinela. Todo el mundo sabía que Alberto Ruiz Gallardón, a la sazón alcalde de Madrid, quería dejar la política local para entrar en el gran juego del poder que se juega en el Congreso y, sobre todo, en los ministerios. Ya es oficial: Rajoy le lleva en su lista por Madrid en un puesto, el cuarto, que permite avizorar que si, como dicen las encuestas, el Partido Popular gana las elecciones, Gallardón culminará su sueño ministerial.
Sueño que incluso hay quien ya le pone cartera: Interior. Es probable que ni el mismo Rajoy haya pensado en qué o con quiénes contará en el hipotético caso de que, como digo, se vea en el trance de tener que instalarse a vivir los próximo cuatro años en La Moncloa, pero en Madrid no se habla de otra cosa dando por sentado, además, que aunque formalmente no existe incompatibilidad entre la alcaldía y el acta de diputado, en los próximos días Ruiz Gallardón podría formalizar su renuncia a la alcaldía.
En ese supuesto, todo hace pensar que los concejales del PP —que son mayoría— elegirían como alcaldesa a Ana Botella, esposa del ex presidente del Gobierno José María Aznar. En Francia es frecuente encontrar a ministros que siguen siendo alcaldes de sus ciudad; incluso primeros ministros, como fue el caso de Alain Juppé, que no dejó la alcaldía de Burdeos cuando Chirac le nombró Jefe del Gobierno. Aquí esa dualidad ha sido cosa más de senadores que de diputados; si no recuerdo mal, durante años Paco Vázquez, alcalde socialista de La Coruña, fue senador.
No parece que Ruiz Gallardón tenga intención de mantener dos despachos a uno y otro lado de la Castellana madrileña; más bien creo que está deseando cambiar la liga municipal por la Champions league de la política nacional.
Ya lo intentó hace cuatro años, pero entonces su eterna rival y sin embargo amiga, Esperanza Aguirre, frustró la operación emplazando a Rajoy a llevarla también a ella en las listas. Ahora, la presidenta madrileña, ha cambiado de idea, así que Gallardón verá, por fin, como se hace realidad el sueño que lleva acariciando toda su vida desde que dejó la carrera fiscal para dedicarse a la política.
Fiscal es Alberto Ruiz Gallardón y fiscal es, también, Antonio Camacho, el actual ministro del Interior. Si el Partido Popular gana las elecciones generales, podría, pues, darse el caso de que cambiará el titular pero no la especialidad del portador de la cartera ministerial.
Veremos en qué queda la cosa, porque aunque es sabido que Mariano Rajoy suele repetir que es un hombre predecible, no es menos cierto que ejerce de gallego y a estas alturas de la película es casi seguro que no le haya confiado a nadie sus planes para un hipotético futuro gobierno.