La opinión del lector

La salud en La Robla

La salud en La Robla no importa, está bien claro. Desde hace un tiempo las calles y aceras están que da pena. Y por si fuera poco los enseres que una vez al mes recoge el camión municipal, —TV, frigoríficos, microondas, lavadoras etc.— se amontonan al lado del Hogar del Pensionista, en el escaparate del pueblo, bien visible desde la N-630. Las Escuelas de Deporte y Salud, nuestra querida gimnasia de mantenimiento, nada se sabe de ella. Preguntamos a los monitores y estos todavía esperan a la puerta de la Casa de la Cultura desde el 7 de octubre, que era el día de la presentación. Algo tendrán que decirles a estos señores, los diputados provinciales con su presidenta a la cabeza.

Simón Castro. LA ROBLA

Las medidas dan la medida

En efecto, las medidas «cumplidas» de los cien días dan la medida del alcalde y su mágico equipo: perfil bajo, estatura política pequeña, mediocridad municipal. ¿Nadie le va a decir al señor regidor que no es ninguna medida reunirse con el teniente-alcalde, o abrir el ascensor para que suban a verle, o no ir de vacaciones este año, o saludar amablemente al portavoz de la oposición…? Una cosa son los gestos y otra las medidas. Menos laureles señor, menos auto-imposición de medallas. Ustedes, con tanto auto-bombo, caen en sus propias trampas. Si ya han hecho todo el trabajo, si ya han cumplido casi todo el programa como parece, ¿a qué se van a dedicar ahora? ¿Qué pintan en sus despachos? ¿Por qué no desaparecen hasta el final de la legislatura y al menos nos ahorramos sus sueldos? Estas puntualizaciones y estas preguntas y muchas otras, deberían formulárselas al alcalde los periódicos —no yo— en lugar de tragarse sus anuncios y transcribir su propaganda sin más, sin cuestionarse nada.

N.A.M. LEÓN