CRÓNICAS BERCIANAS
Basura y lluvia
C ómo están Las Médulas de mierda!», me confiesa asombrado un amigo de León. Apenas me impresiona. Tal vez porque desde hace ya no sé cuantos años las sendas del único paraje natural Patrimonio de la Humanidad de la provincia se llenan de basura tras la avalancha de una horda de turistas durante determinados puentes y la imagen de las papeleras y los contenedores desbordados de desperdicios se ha terminado convirtiendo en una contrapostal demasiado habitual de los picachos ocres.
Lo triste es que tampoco impresiona ni a las autoridades locales, como al alcalde de Carucedo, que posee sus competencias sobre el desastre. Ni a las comarcales, que no es que se rasguen las vestiduras por el estado del vertedero pese a que mandato tras mandato prometen convertir las antiguas minas romanas en el icono turístico-patrimonial del Bierzo; ni aún más allá a los responsables de la Junta de Castilla y León que nunca permitirían que esto ocurriera, pongamos por ejemplo análogo, en Atapuerca.
Como quien oye llover, el nuevo delegado territorial de la Administración autonómica reaccionó calmo frente a la difusión de las imágenes de la porquería corriendo por los distintos rincones del espacio arqueológico y prometió como quien promete limpiar una pocilga: «En lo que queda de mes estará solucionado». Eso significa que durante todo noviembre los visitantes de Las Médulas seguirán llevándose de souvenir en su memoria un aspecto deleznable del paraje que regalar a futuros interesados en hacer una parada en el mismo. Y de otro lado, que en tiempos de recortes y de priorización, hay políticos autonómicos que consideran mucho más principal seguir abonando con subvenciones el pesebre cultural del que maman no se sabe cuántos, que gastarse unos cuartos el mantener aseado el patrimonio berciano de la Humanidad.
Tampoco es tan extraño. Como quien oye llover mansamente ha caído entre la clase política de la comarca y de la provincia la tromba de 715 parados que ha descargado durante el mes de octubre en el Bierzo. Como si nadie se diera cuenta que esa cifra espeluznante representa más del 50% de las 1.300 personas que en ese periodo se incorporaron a la lista del desempleo en todo León. Como si se tratara de la basura que después de cada puente de Todos los Santos adorna La Cuevona.