Indiscreciones políticas en la Red

Aquello del Gran Hermano de Orwell amenaza con hacerse realidad en Internet cuando se analizan los últimos acontecimientos políticos de la semana pasada. Hubo dos víctimas políticas de las indiscreciones en la Red y no serán las últimas. Fernando Autrán, coordinador de Circulación en Madrid tuvo que dimitir por un comentario en Twitter y la suplente al Senado por Mallorca del PP, Francisca Pol, también dejó el puesto por difundir un fotomontaje de la ministra Chacón en Faceboook.

Y es que antes los corrillos políticos se hacían en torno a un café o en un rincón discreto. Ahora, con la impunidad que otorga la soledad en casa frente al ordenador a muchos se las van las manos sobre la teclas. En redes sociales o incluso en blogs se publican comentarios no sólo dañinos para el contrario político. Y hay quien todo lo ve o todo lo busca, y más entre las filas propias para preparar munición.

En Estados Unidos ya es habitual la elaboración de perfiles electrónicos con contenidos difundidos por una persona en la Red. Se han llegado a negar hipotecas o a usar en causas de despido. En la política española ya se googleliza al rival como rutina.