Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Paz en el País Vasco

Paz en el País Vasco Expresaba así Saint-Exupéry con esta metáfora su concepción de una paz justa y duradera para el mundo que se había de abrir tras la II Guerra Mundial: «la paz es un árbol que crece lentamente», escribió. No veía, pues, la paz como un suceso puntual, sino como un lento y nada fácil proceso de recuperación de la convivencia perdida.

Cinco años después de la tregua fallida de ETA, sentimos que se abre y consolida al fin un horizonte de pacificación real, practicable, tras el comunicado del 20 de octubre de cese definitivo de la violencia. Acalladas las armas y cualquier expresión violenta del conflicto vasco-español, tenemos derecho a esperar que este proceso ahora retomado dé pasos decididos hacia la resolución del disenso político de fondo en términos rigurosamente deliberativos y civiles. El largo y doloroso ciclo político militar ha llegado a su fin.

Podrá discutirse si la decisión de desistimiento irreversible de ETA es efecto de su debilidad presente merced a la acción de las Fuerzas de Seguridad.

O bien, pensamos otros, efecto del quehacer paciente y laborioso de la izquierda aberzale y otros agentes sociales como Lokarri para atraer al campo de la organización y acción estrictamente política a los hasta ahora activistas de la organización armada. Era una responsabilidad de la IA y así ha sido asumida en su apuesta clara por las vías pacíficas. En cuanto a la debilidad de ETA, su decisión de incorporarse a la actividad democrático-civil es ya un acto de fortaleza, hecha de la necesaria «paciencia y audacia», como invocaba en su comunicado de hace más de un año, por los días del acuerdo de Guernica. Pero sobre todo es una apuesta por un escenario en que no haya otras armas que las palabras. Que lejos de limitarse a ser gritos en el cielo, en la tierra llana de la acción política son actos. Es cierto que a una parte de la sociedad española no le va a resultar fácil asumir la nueva realidad presente. Se había interiorizado que nada cabía esperar de ETA ni de la IA y que nunca sería creíble una decisión como la que ha sido tomada.

Hará falta tiempo y larga reflexión por todas las partes.

Lo que es claro es que con el cese definitivo de la actividad armada el protagonismo pasa a ser, ya lo está siendo, de la ciudadanía vasca. Y que todos los proyectos políticos quedarán en igualdad de condiciones no sólo para ser defendidos sino también para ser viabilizados.

Joaquín Colín y Ramiro Pinto. LEÓN

tracking