LA VELETA
Bello panorama
Rajoy tiene el panorama más complicado que se han podido encontrar los presidentes entrantes en España. Rajoy le ha encargado a Soraya Sáenz de Santamaría que lance una piedra al pozo y que cuente el tiempo que transcurre entre que sale la piedra y se escucha el chapoteo en el agua. Y de momento nada, por lo tanto la profundidad del pozo parece ser mayor de lo que en un principio de imaginaba.
Rajoy tiene el panorama más complicado que se han podido encontrar los presidentes entrantes en España, no hay en el horizonte una brizna de alegría de la que pueda tirar. Por un lado le toca conocer el estado real de las cuentas de la administración central, algo que no se logrará hasta no completar el traspaso de poderes, por otro tiene que luchar contra los datos del paro y contra las previsiones de la Ocde que elevan el desempleo en España al 23% en el 2012. Le corresponde también asistir a los movimientos de Zapatero al que tienen en el PP por un presidente monitorizado al que hay que ayudar para que mantenga vivas sus constantes vitales pero sin tomar iniciativas propias que serían altamente calamitosas en este momento
Y, en Europa, a Rajoy le instan para que plantee sus propuestas de regeneración económica antes de que se hunda el euro. Europa ha podido ser paciente con Grecia, o con Italia, pero a España no le admiten una duda, quieren que tengamos las cosas tan claras como Angela Merkel que se ha convertido en la doña del cotarro y amenaza con romper el estatus del euro. Insisto: bello panorama al que se puede añadir un primer ministro islamista salido de las urnas en Marruecos que ya adelanta que tendremos unas relaciones bilaterales complicadas. Muchos son los que hacen quinielas con propuestas de ministros en el nuevo gabinete de Rajoy pero pocos son los que se detienen a preguntar si quizá hagan falta menos ministros y más exorcistas que ayuden a conjurar esta mala racha. Tampoco es buen dato el desconcierto que vive el PSOE que a estas alturas no tiene decidido si ha de ser Ru-balcaba la persona que lidere los años de oposición puesto que todo depende del congreso de febrero.
Muchas de las cosas que ha de acordar el futuro Gobierno habrán de estar consensuadas con el principal partido de la oposición. Un PSOE de voz unánime y con criterio sería de gran ayuda tanto para colaborar como para criticar la política del nuevo Gobierno, pero en el PSOE en este momento nadie sabe quién manda, y hasta Alfonso Guerra se permite hacer la gracia de que no es partido de mujeres y jovencitos, (Guerra llevaba tiempo con ganas de desquitarse, antes le habíamos escuchado aquello de «la señorita Trini ha perdido las primarias en Madrid»).
En la era del Ipad Rajoy hereda papeles sueltos que tendrá con los que tendrá que completar un puzzle económico. Y le piden que lo entregue «ayer».